Se ha convertido en la palabra del año para el diccionario Oxford. Y a este paso no tardará en incorporarse a la RAE, como tantas otras palabras adoptadas de otros idiomas. Pero realmente no lo necesitamos (como tantas otras veces). Las Fake News no son más que la propaganda de toda la vida, solo que ahora aprovechan las capacidades que ofrece internet y las nuevas tecnologías. A la velocidad de la luz, una información, sea falsa o no, puede estar en la otra punta del mundo. Solo son necesarios un par de clics. El verdadero problema aparece cuando esa información es falsa y tiene un propósito detrás. Su alcance es incontrolable, pudiendo alterar y manipular la opinión pública. Sobre Fake News hablamos en esta entrevista con David Sancho, responsable de investigación en Trend Micro y experto en ciberseguridad.
«Es una manera de manipular la opinión de la gente. En todos los ámbitos. El más fácil de ver es el político», explica el experto. «Esa manipulación ha existido siempre pero ahora es mucho más poderosa porque llega a más gente en mucho menos tiempo«. «Este tipo de noticias tienen cierta verosímilitud, no es tan obvio desde el principio que sea falsa, por lo que generan una semilla de duda. Aunque a veces es muy sutil, pero ya queda ese resquicio de duda que lleva la opinión pública hacia donde quieren sus creadores. Poco a poco acaban erosionando la confianza de la gente en los objetivos que tienen los creadores de la campañas de Fake News».
¿Cómo se crean las campañas de Fake News?
Una de las características que ha hecho que se multipliquen este tipo de acciones, es su relativa simplicidad técnica para llevarlo a cabo y conseguir llegar a un gran número de personas sin mucho esfuerzo ni una gran inversión económica. «Es muy sencillo encontrar herramientas para crear estas campañas. En los mercados underground hay todo tipo de herramientas», asegura Sancho. Podemos crear una nueva cuenta de Twitter y en un día tener miles de seguidores, lo que le da más credibilidad a ese perfil. «Si te siguen 10.000 personas ya parece que eres una persona seria«. Compra de seguidores, herramientas para diseminar las noticias son algunos de los servicios usados por los actores detrás de las noticias falsas. «Además, se aprovechan de que webs de noticias más o menos creíbles, publiquen la noticia y la difundan en redes sociales».
«Dependiendo de lo que pagues por estos servicios no solo consigues seguidores de una manera automática, sino que también puedes adquirir interacciones, para que a la red social le parezca que son reales», explica el experto. «Cuanto más pagues, más creíble puedes ser. En algunas cuentas de Twitter llegan a trabajar meses para hacerla verosímil«.
Algoritmos para limitar las Fake News
Las redes sociales como Twitter o Facebook y servicios como Google son los que están mejor posicionados para luchar contra estas campañas de noticias falsas. «Primero hay que observar cuál es el punto de origen de esas noticias falsas, y después quién las difunde. Ellos están haciendo estudios algorítmicos para determinar quién está detrás y cómo se están diseminando», afirma Sancho.
Incluso los medios están en el punto de mira. Si son sospechosos de publicar noticias falsas, las propias plataformas que indexan noticias, como Google, les pueden «dar un ranking menor para que aparezcan muy abajo en las búsquedas».
Ante las noticias falsas, espíritu crítico
Los propios usuarios también deben tener espíritu crítico. No ser crédulo con todo lo que aparece en su feed de las redes sociales». ¿Consejos? Si sospechamos de que una noticia puede ser falsa, podemos buscarla en Google para contrastar, y revisar los medios de comunicación en los que confiemos.