Hace unos días se dieron a conocer las que son considerada hoy dos de las vulnerabilidades más importantes y populares de los últimos años. Al igual que ocurrió con el ransomware Wannacry el pasado verano, Meltdown y Spectre han ocupado primeras páginas de medios de comunicación de todo el mundo. No es para menos, estas dos vulnerabilidades encontradas en procesadores Intel, AMD y ARM hacen posible el acceso a información privada. Aunque algunos expertos rebajan la voz de alarma (no es tan sencilla la explotación de dichas vulnerabilidades), su solución resulta urgente. Compañías como Microsoft ya han puesto a disposición de los usuarios actualizaciones y parches, aunque no han funcionado tan bien como esperaban. Los responsables de Windows han tenido que paralizar esas actualizaciones ya que al parecer los ordenadores con procesador AMD se bloqueaban. En cuanto al rendimiento de los equipos tras la instalación, se ha hablado mucho acerca de su impacto. El nivel de afectación, según Microsoft, dependerá de la antigüedad de los mismos, ya que según indican no afectará de la misma forma a los ordenadores nuevos o a los que tienen más de 3 años.
Desde Intel también se han pronunciado al respecto, explicando que colaboran «con el sector para desarrollar y distribuir soluciones para software y firmware para minimizar los métodos de explotación de vulnerabilidades dados a conocer por Google Project Zero». Aseguran también que hasta la fecha no han recibido ninguna información sobre la explotación de estas vulnerabilidades para acceder a los datos de los clientes.
La compañía afirma que espera proporcionar actualizaciones para más del 90% en una semana, y el resto estará disponible a finales de enero. «Seguiremos ofreciendo actualizaciones para otros productos más adelante y estamos encantados con este progreso, pero reconocemos que hay mucho más trabajo por hacer para ofrecer soporte a nuestros clientes», explican desde Intel.
los usuarios de PCs en casas y en lugares de trabajo no deberían observar una ralentización significativa de sus sistemas en tareas habituales
El impacto en el rendimiento
La compañía asegura en un comunicado que su objetivo es ofrecer a sus clientes «la mejor protección posible para hacer frente a las vulnerabilidades, minimizando al mismo tiempo el impacto en el rendimiento que puedan generar dichas actualizaciones». Aseguran tener planes previstos para proporcionar una información más detallada sobre el impacto en el rendimiento. Por ahora, afirman que basándose en sus comparativas de PCs recientes, esperan que «el impacto en el rendimiento no sea de importancia para los usuarios medios de ordenadores. Esto significa que los usuarios de PCs en casas y en lugares de trabajo no deberían observar una ralentización significativa de sus sistemas en tareas habituales como la lectura de correos electrónicos, la escritura de documentos o el acceso a fotos digitales», sostienen.
Añaden que «basándonos en nuestras pruebas SYSmark 2014 SE, una comparativa destacada para comprobar el rendimiento de los PC, las plataformas basadas en la 8ª generación de procesadores Intel Core con almacenamiento de estado sólido, verán un impacto en el rendimiento del 6% o menos. (SYSmark es un grupo de pruebas comparativas; los resultados de pruebas individuales obtuvieron unos resultados entre el 2% y el 14%)». Por otro lado, advierten de que en última instancia, el impacto general dependerá de la carga de trabajo específica, de la configuración de la plataforma y de las técnicas utilizadas para minimizar el impacto.