Cada vez es mayor la aceptación de las criptodivisas en la vida diaria, y las noticias respecto al uso de estas no paran de generarse, y muy especialmente cuando se trata de las múltiples campañas de ICO (Oferta Inicial de Moneda). Muchas nuevas monedas virtuales han surgido por iniciativa de desarrolladores o comunidades, buscando imitar el éxito del Bitcoin, el Ether, el Ripple o cualquier otra. Sin embargo, una nueva vertiente surge: se trata de empresas hasta ahora ajenas al criptomundo.
Y es que el sector empresarial ha posado sus ojos sobre las ICOs, como instrumento para hacer crecer sus emprendimientos, sin importar el rubro al que se dedique una compañía. Desarrollar su propia criptomoneda puede significar encontrar esos fondos tan buscados y necesarios para el desarrollo empresarial.
Este hecho es muy relevante, pues como es de conocimiento público, el surgimiento de las monedas virtuales ha significado la democratización del dinero, pues ya se ha venido superando la barrera histórica en la que solo los gobiernos y sus bancos centrales tenían el poder de imprimir papel moneda.
La minería otorga a cualquier persona con conocimientos en el área y un hardware adecuado, la posibilidad de producir monedas digitales, siendo una forma de obtener dinero extra o incluso hacerse rico en este siglo, pero eso no significa que hasta ahí llega su impacto.
«algunos visionarios han descubierto que se pueden obtener muchos más beneficios, aplicando la tecnología del Blockchain a sus corporaciones»
Todos conocemos el funcionamiento de una empresa, puede ser un restaurante, una fábrica, una estación de radio, un equipo de desarrolladores de aplicaciones móviles, etc. Sin embargo todas ellas tienen en común el hecho de generar ingresos en base a la venta de sus productos, bienes o servicios.
Si bien esto pudiera considerarse una forma tradicional de trabajar, algunos visionarios han descubierto que se pueden obtener muchos más beneficios, aplicando la tecnología del Blockchain a sus corporaciones. Es decir, hacer que miles de personas sean parte de su negocio a cambio de una pequeña inversión.
No es fácil para una empresa obtener apoyo financiero de un banco, del gobierno o incluso de magnates, por lo cual hay muchas nacientes compañías que no han podido explotar al máximo sus capacidades, pues se tiene que contar con un respaldo sólido, para que los inversionistas tradicionales se atrevan a asumir el riesgo.
Pero a través de las ICOs, las empresas tienen una inmensa oportunidad de atraer a muchos pequeños inversores, que sumados aportarán grandes cantidades de dinero, que les permitirá aumentar su capital y consolidar esos proyectos que tenían guardados.
Y mucho más atractivo resulta para ellas el hecho de que el recibir esos aportes ni siquiera representa renunciar a la propiedad de sus empresas, pues esta simplemente representa el motor impulsador de la inversión y el respaldo de seriedad del proyecto, mas no se otorgan acciones a nadie.
«los inversores deben ser precavidos a la hora de sumarse a proyectos que carezcan de credibilidad»
La retribución para los pequeños inversores viene en la ventaja de ser los primeros en hacerse partícipes de un proyecto que puede hacerlos ricos en caso de que la criptomoneda que surja luego de la oferta inicial, se convierta en un éxito total.
Para ello existen los tokens, los cuales son el aval de la inversión que se recibe durante las etapas de preventa o en la ICO como tal. Esto explica por qué resulta tan atractivo para las empresas de todos los niveles optar por esta vía para recaudar nuevos recursos.
Ahora bien, esta práctica no está bien vista por el sector bursátil, razón por la cual cada vez son más las ICOs que son investigadas por la Comisión de Valores y Bolsas de los Estados Unidos (SEC), la cual solo permite que los inversores acreditados puedan participar en este tipo de ofertas.
En conclusión, resulta muy ventajosa la aplicación de las ICO para el desarrollo de las empresas, sin embargo, no deja de ser arriesgado para los inversores, quienes deben ser muy precavidos a la hora de sumarse a proyectos que quizás carezcan de credibilidad y que tan solo busquen capturar incautos para cometer estafas en su contra.