Junto a Machine Learning, inteligencia artificial o cloud computing, Blockchain era, según los expertos, una de las tecnologías que iban a protagonizar 2018. Y así parece que está siendo.

A pesar de que la criptomoneda Bitcoin es el el principal elemento con el que se la asocia, la famosa cadena de bloques tiene numerosas aplicaciones. Por lo menos, en la teoría. Los expertos están divididos, y no todos están por la labor de alabar esta tecnología. La razón, esgrimen, es que blockchain se comporta básicamente como una base de datos que en lugar de estar gestionada y controlada por un único servidor central, lo está por una multitud de ordenadores, quienes comparten las modificaciones de esa base de datos para que no sea manipulable. En definitiva, un enorme libro de contabilidad compartido y sincronizado.

En cualquier caso, también son muchos expertos los que exponen sus ventajas. El listado de registros (los bloques) de esa base de datos, no puede ser modificado, como tampoco se puede alterar la información de cada uno de los bloques. Funciona por tanto como un inmenso inventario digital, descentralizado y cuya información es pública. Asimismo, al eliminar la figura de un intermediario a la hora de validar las transacciones, supone ahorros de costes.

Es por este motivo, que se ha convertido en una tecnología de moda entre las compañías, y sus aplicaciones van más allá del Bitcoin, aunque siempre estará asociado, históricamente, a la aparición de este.

Banca, educación o ciberseguridad: algunas de las principales aplicaciones de Blockchain

Uno de los elementos asociados a blockchain ha sido la seguridad, debido además a que esas transacciones y registros están cifrados

Es por ello que una de las aplicaciones de esta cadena de bloques más allá de las criptomonedas es la banca.

«Hay estudios que vaticinan un ahorro de más de 20 mil millones de dólares en recortes de gastos con la implantación de la cadena de bloques. No es trivial el hecho de que la banca ya sea el sector que más está invirtiendo en startups centradas en desarrollos en este campo», explican desde Entelgy, añadiendo que «a pesar de la amenaza que podría suponer para el sector, la banca confía en el potencial que Blockchain podría aportar en préstamos sindicados, compensaciones, obligaciones de reporting, pagos internacionales o normas de cumplimiento». Es decir, en aquellas tranacciones que requieran de un elevado número de intermediarios. 

El sector de la medicina y la salud también podría beneficiarse de esta tecnología, según los expertos, que podría materializarse en el denominado «MedicalChain. «Esta aplicación permitiría que los clientes controlasen su propia información corporativa y su intercambio así como elaborar bases estadísticas complejas basadas en los historiales de distintos pacientes», señalan desde Entelgy.

Por otro lado, los médicos podrían compartir información sobre los tratamientos y su efectividad, mejorando la investigación gracias al big data y la colaboración de datos.

Por supuesto, la ciberseguridad no se queda fuera. Los especialistas de Entelgy auguran que los usuarios pueden obtener una mayor protección de su identidad e información, al eliminar la necesidad de un usuario y contraseña.

El hecho de eliminar la realización de fraudes hace que los ámbitos como el académico también sean posibles sectores de uso de esta tecnología. Por ejemplo, para validar las notas y certificaciones obtenidas.

También se dice que podría aplicarse en procesos de elecciones, al permitir un voto digital más seguro.

En el sector del derecho, desde Entelgy aseguran que ya hay ejemplos reales, como los smart contracts, ya que «los compromisos adquiridos mediante este sistema no requerirán de intervención humana, ya que estos contratos verificarán por sí mismos las condiciones realizadas tras un pago electrónico». 

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