Datos personales, fotografías, accesos a la banca online… En nuestros smartphones y tabletas almacenamos todo tipo de información sensible. Dispositivos que están conectados las 24 horas del día, por lo que también están expuestos cada minuto a los riesgos que entraña la red. Por eso, la seguridad móvil debería ser una prioridad para todos los que usamos cada día uno de estos dispositivos móviles.
Para hacernos una idea, a finales de 2017 el número de usuarios de telefonía móvil en el mundo alcanzó los 5.000 millones, y el número de tarjetas SIM llegó a los 7.800 millones, superando incluso el número de población mundial (7.600 millones).
El 81% de los españoles tiene un smartphone, De hecho, España es el quinto país del mundo en el que la gente pasa más tiempo pegado a su móvil.
Cifras de infarto que no solo conocemos nosotros, también los ciberdelincuentes, que han visto en estos dispositivos un objetivo preferente al que atacar para lucrarse.
Pero uno de los mayores riesgos de estos dispositivos no es esto, sino el hecho de que los usuarios no son suficientemente conscientes aún de estas implicaciones de seguridad, y por tanto no llevan a cabo las comprobaciones y precauciones necesarias.
Los smartphones, tablets o cualquier otro dispositivo móvil son ordenadores en miniatura, con las mismas o incluso más posibilidades que sus hermanos mayores cableados. En ocasiones tendemos a pensar que son inmunes a las amenazas de seguridad… pero no lo son, más bien al contrario.
Llevando a cabo una serie de precauciones y recomendaciones básicas, podremos proteger todos los datos almacenados en nuestro dispositivo móvil a salvo de ciberdelincuentes.
Instala una solución de ciberseguridad, también en el móvil
Cuidado con el malware (programas maliciosos), también lo hay específico para dispositivos móviles. Los ciberdelincuentes no dejan de desarrollar nuevos software maliciosos y ataques específicos para nuestros dispositivos móviles. Por ejemplo, troyanos bancarios diseñados para robar credenciales y dinero de nuestras cuentas bancarias.
Para evitar esto, es recomendable seguir las recomendaciones de navegación segura, como tener cuidado de no hacer click en cualquier enlace que nos llegue a través de SMS o mensajería instantánea (podría ser phishing) y no descargar a lo loco los archivos adjuntos que nos llegan a través de correo electrónico, más aún si es algo que no esperábamos o de un remitente desconocido.
Troyanos bancarios móviles: qué son y por qué debes estar alerta
Wifi: si no la vas a usar, desconéctala
Muchas veces no nos damos cuenta de que tenemos la característica de «buscar redes wifi» activa en el dispositivo móvil, por lo que nada más salir de casa el smartphone comienza a buscar redes a las que conectarse. Y si encuentra alguna abierta sin contraseña, podría llegar a conectarse sin que nos demos cuenta, si tenemos esa característica activada.
Además de gastar batería, esto puede ser un problema porque no sabemos quién puede estar detrás de esas redes abiertas. En la mayoría de las ocasiones son esas redes de cafeterías, restaurantes, estaciones… a las que nos solemos conectar. Pero en la medida de lo posible hay que evitar hacerlo por los riesgos que puede conllevar para nuestra seguridad móvil.
Si tienes una necesidad concreta de conectarte en una de estas situaciones, puedes usar una VPN (Virtual Private Network) que te ayudará a proteger tus datos y contraseñas.
Cuidado con las aplicaciones
Son el Caballo de Troya de los dispositivos móviles. Muchos de los problemas de software malicioso o adware (publicidad no deseada) llegan a través de aplicaciones fraudulentas. Estas muchas veces simulan proveer servicios que no dan para engañar a los usuarios y que se las descarguen.
En otras ocasiones directamente copian apps legítimas para intentar estafar a las víctimas que las descargan. Debes estar atento a la hora de descargar una nueva app, hacerlo siempre desde la tienda oficial de aplicaciones (no a través de un enlace) y revisar el desarrollador y los comentarios y valoraciones de los usuarios.
Además, debes echar un vistazo a los permisos que te solicitan las apps que descargas para no otorgar información de la necesaria.
Usa contraseñas seguras y código de desbloqueo
Aunque parezca una obviedad, es mas que recomendable usar un código de desbloqueo en el móvil, para evitar que en un descuido alguien pueda echar un vistazo. Este código puede ser sustituido por un patrón, una huella dactilar, o cualquier dato biométrico. Si fuera posible usar una combinación de dos técnicas, aún mejor.
A ser posible, hay que evitar que las notificaciones de las aplicaciones se vean en la pantalla bloqueada, especialmente los SMS, ya que muchas veces los códigos de doble factor de autenticación llegan a través de este método.
Las contraseñas de las aplicaciones deben ser seguras, al igual que en cualquier otro servicio online que usemos. Al igual que en el resto de servicios online, cada contraseña debe ser diferente y estar compuesta por una combinación de números, letras y símbolos para mejorar la seguridad móvil.