Los mensajes, imágenes y vídeos que nos llegan a través de las redes sociales o servicios de mensajería en nuestro móvil tendemos a creerlas como ciertos. A pesar de los muchos indicios que suelen tener de su poca veracidad y de que no se tratan más que de un bulo. Si esos mismos mensajes nos llegaran a través de otros medios probablemente dudaríamos más. Las estafas, fraudes y bulos son una contaste en estas apps y redes sociales, que por su propia naturaleza ayudan además a su rápida difusión, pudiendo traspasar fronteras en tan solo unos segundos.

La firma de ciberseguridad Sophos Iberia ha dado la voz de alarma sobre una de las estafas que más tiempo lleva circulando por las redes sociales. De hecho, se tienen datos de este bulo desde 2012… pero aún sigue activo y engañando a los usuarios que lo reciben.

Este bulo en concreto alerta sobre una supuesta nueva regla de Facebook en la que pueden usar las fotografías de los usuarios incluso en «casos judiciales» en nuestra contra. «Todo lo que has publicado se convierte en público a partir de hoy, incluso mensajes borrados o fotos prohibidas», llega a afirmar el texto.

Por supuesto, es mentira, no se trata más que de un simple fraude. Pero que consigue el efecto deseado en quien lo recibe: asustar y crear sensación de alarma. Y por supuesto, logra su objetivo: que se reenvíe.

El texto íntegro del mensaje dice así:

No olvides que mañana empieza la nueva regla de Facebook sobre la que pueden usar tus fotos. No olvides que la fecha límite es hoy!!! Puede ser utilizado en casos judiciales en los casos en tu contra. Todo lo que has publicado se convierte en público a partir de hoy, incluso mensajes borrados o fotos prohibidas. Un simple copy-paste no cuesta nada, mejor prevenir que sanar. Canal 13 News habló sobre el cambio en la política de privacidad de Facebook.

No doy a Facebook o a las organizaciones relacionadas con Facebook el permiso de usar mis fotos, información, mensajes o publicaciones, pasado y futuro. Con esta declaración, le advierto a Facebook que está oficialmente prohibido liberar, copiar, distribuir o tomar cualquier otra acción cometida en mi contra sobre la base de este perfil y / o su contenido. El contenido de este perfil es una información privada y confidencial. La violación de la privacidad puede ser castigada por la ley (UCC 1-308-1 1 308-103 y el Estatuto de Roma. Nota: Facebook es ahora una unidad pública. Todos los miembros deben publicar una nota de este tipo. Si lo prefieres, puedes copiar y pegar esta versión. Si usted no publica una declaración al menos una vez, le recomienda tácitamente el uso de sus fotos, así como la información contenida en las actualizaciones del estado de perfil. NO LO COMPARTAS. Copia y pega.

Su nuevo algoritmo elige a la misma gente – alrededor de 25-que va a leer sus mensajes. Así,

Sostenga el dedo en cualquier parte de este post y aparecerá » COPIA Haz clic en «copia». entonces ve a tu página, empieza un nuevo post y coloca tu dedo en cualquier parte del campo vacío. «paste» va a aparecer y hacer clic en la pasta.

Copia, pega y respira

¿Qué hay de verdad en lo que afirma el mensaje?

«A pesar de lo que siga un supuesto texto legal (lleno de exclamaciones, mayúsculas y una dudosa sintaxis), copiarlo y pegarlo no va a servir para proteger el contenido de nuestras redes» frente a un supuesto uso de sus propietarias. Así lo explica Alberto R. Rodas, Director de Preventa de Sophos Iberia, quien lamenta que a pesar de ello, los estafadores logran que los usuarios se crean esos mensajes y los vuelvan a enviar, alimentando cadenas que realmente no aportan nada.

En cuanto a las posibles verdades de este texto, básicamente no hay por dónde cogerlo.

Respecto a sus alusiones a las demandas, «no basta con un copia y pega para saltarse las condiciones del servicio«, señala el experto, quien apunta que hacerse con el control de tu propio contenido online no es tan sencillo como copiar y pegar un pequeño texto en tu muro de Facebook. «La ley simplemente no funciona así. El uso de cualquier plataforma web donde se almacena contenido o datos personales requiere del cumplimiento de los términos y condiciones del servicio», explica Rodas.

En el caso de Facebook, (si quieres echar un vistazo) estas son sus Condiciones del servicio.

Como en cualquier otro servicio, para poder ser usuario de Facebook y disfrutar de su plataforma, previamente hay que aceptar sus términos legales, condiciones y sus políticas de privacidad. En ningún caso un usuario puede modificar dicho acuerdo. «Tampoco se pueden restringir los derechos de la red social por el simple hecho de citar del Código Comercial Uniforme (UCC)» que es muy usado en este tipo de cadenas, advierte Rodas.

Algo similar ocurre con el Estatuto de Roma, del que cabría preguntarse en primer lugar a qué estatuto se están refiriendo.

El experto explica que en las investigaciones que han realizado desde Sophos han llegado a la conclusión de que se trataría de una referencia al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Éste estableció cuatro grandes crímenes internacionales, que serían el genocidio, los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión.

En el caso de este bulo, no existe ningún problema que deba resolverse así. «Si el uso que hace Facebook de nuestro contenido constituye alguno de esos delitos es un tema para otra historia», apunta el experto, pero en cualquier caso «Facebook no reclama derechos de autor sobre su información personal, fotografías u otro material. La plataforma tampoco ha anunciado ningún plan en el que vaya a hacer públicas todas las publicaciones de Facebook (incluso las eliminadas anteriormente), independientemente de la configuración de privacidad del usuario», concluye Rodas.

De hecho, la propia red social ha salido al paso en algunas ocasiones en las que han aparecido estos bulos, y han afirmado que ellos «poseen la propiedad intelectual de lo que se sube a la red social», pero dependiendo de la configuración de la privacidad y aplicaciones, «los usuarios otorgan a la red social una licencia no exclusiva, transferible, licenciable, libre de royalties y mundial para usar cualquier contenido de propiedad intelectual que se publique en Facebook o en relación con Facebook».

¿Bulos inocentes?

Conociendo el contenido de este tipo de mensajes, se podría llegar a pensar que son simples bromas, con el objetivo de llegar a muchos usuarios y ver hasta dónde llegan y por cuánto tiempo. Casi como un experimento social.

Pero va mucho más allá. Algunos de estos bulos ciertamente son solo eso, pero hay otros que además pueden ir acompañados de enlaces o archivos adjuntos, que ya puede comprometer seriamente la seguridad del dispositivo, y los datos del usuario. Podría tratarse de un enlace malicioso que lleve a una página de phishing, y el adjunto podría ser un software malicioso preparado para infectar el dispositivo.

Qué es el phishing y cómo detectarlo en 4 pasos

Cómo detectar este tipo de bulo

De un primer vistazo ya podemos obtener mucha información. La redacción suele ser muy pobre. Faltas de ortografía, mezcla de mayúsculas y minúsculas, y habitualmente un uso excesivo de las exclamaciones (para dar más énfasis, se entiende) suelen ser los ingredientes comunes de este tipo de bulos.

Otra de las características comunes es que incluye una frase del tipo «copia y pega» (como en el caso visto anteriormente) o «reenvíalo a tus contactos». Cualquiera de estas frases en un texto que nos llegue ya debería ponernos en alerta.

Uno de los motivos por los que se difunden con tanta rapidez es porque confiamos en la persona que nos lo ha enviado. Por eso, a su vez, decidimos reenviarlo a otras personas de confianza, para «alertarles» también de ese supuesto peligro o fraude del que nos está advirtiendo el mensaje. Aunque en realidad sin saberlo estamos reenviando un fraude en sí mismo.

Los servicios de mensajería instantánea, como WhatsApp o Telegram, han incorporado entre sus nuevas características una muy útil para este tipo de circunstancias, que nos ayudará a detectar este tipo de mensajes fraudulentos.

Antes, cuando un usuario reenvía un mensaje recibido por otra persona, al destinatario le llegaba el texto íntegro, como si lo hubiese escrito él. Sin embargo ahora al reenviar un mensaje aparece un símbolo o una indicación de que dicho texto ha sido reenviado, y que quien nos lo envía no es el autor.

Aunque no es un método infalible, cuando nos llegue a nuestro teléfono móvil uno de estos textos reenviados, si además cuenta con una pobre redacción y el asunto en sí es para sospecharSospechemos.

Lo mejor que podemos hacer, para cerciorarnos, es una simple búsqueda en internet. Como hemos dicho, la mayoría de estos bulos son antiguos, y otros son simples modificaciones o actualizaciones de estafas que fueron difundidas hace años. Lo más probable es que al copiar y pegar todo o una parte del texto, el buscador nos devuelva cientos de resultados de noticias y foros donde los usuarios denuncian la falsedad de las afirmaciones de ese mensaje.

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