El final del mes de noviembre es sinónimo de rebajas. El denominado Black Friday siempre ha sido el día de las compras por antonomasia en el mundo anglosajón. Como muchas de sus costumbres, se ha extendido a nivel global y en el proceso ha sufrido algunos cambios, pasando de ser un día puntual de grandes rebajas flash a toda una semana en la que, sí, hay rebajas, pero normalmente no tan espectaculares como cuando se “celebraba” en un único día.
La moda de estirar las promociones no es nueva, de hecho. Ya hace muchos años que los 8 Días de Oro de El Corte Inglés dura realmente 15 días…
Consideraciones sobre su idoneidad o de si era mejor un único día de grandes descuentos a una semana entera de ofertas menos agresivas aparte, lo cierto es que en esta fecha (al igual que en otras temporadas de rebajas y “fiestas de precios” similares) se produce un aumento muy considerable de las ventas online.
Y ya sabemos que, ese aumento del consumo hace que aumente también el numero de picarescas, bulos y fraudes, con lo que deberíamos configurar nuestros “sensores anti-fraude” en un modo más restrictivo de lo normal para no llevarnos sorpresas desagradables.
El aumento de las ofertas se une a la prisa que nos queremos dar para no perder ese chollo que acabamos de encontrar se convierten en el campo de cultivo perfecto para que nos puedan dar gato por liebre o que la compra no resulte lo que en un inicio parecía una ganga.
Medidas de precaución para no ser víctimas del fraude online en el Black Friday
Por descontado, las medidas de precaución que debemos tomar en cualquier compra que hagamos en el Black Friday son las mismas que en cualquier otra compra online, solo que en este caso, quizás deberíamos prestar una mayor atención si cabe. Aquí van algunos consejos y señales que deben hacerte desconfiar.
¿Usa cifrado seguro?
Comprueba que la página (especialmente el proceso de toma de datos personales y la plataforma de pago) opera bajo un certificado SSL (es decir, su URL empieza siempre por https y nunca por http). Si la web no es segura, ¡desconfía! Siempre. Aunque si cuenta con HTTPS no es sinónimo de que sea legítima, así que tendrás que seguir haciendo comprobaciones.
Ante ofertas «explosivas» y webs desconocidas, comprueba los textos legales
Comprueba los textos legales de la web. Especialmente el Aviso Legal (para saber quién nos está vendiendo) y los Términos y Condiciones de la venta (para saber las vías de reclamación y/o devolución en caso de que el producto no sea lo que nos habían ofertado). Si la web no tiene textos legales o no especifica claramente la identidad del vendedor y los canales habilitados de atención al cliente y devolución/reclamación, ¡desconfía! Siempre.
Leer antes de comprar
Lee bien las especificaciones del producto. Especialmente en el caso de productos tecnológicos (smartphones, tablets, video consolas, etc), comprueba que son compatibles con los requerimientos de nuestro país. Que las bandas en las que opera son las nuestras; que lleva instalado (ose puede instalar fácilmente) el idioma español; que son compatibles con nuestro sistema de TV; etc. Si no ves dicha información claramente especificada, ¡desconfía! Siempre.
Si es demasiado bueno para ser verdad… tal vez no lo sea
Es aconsejable fijarse bien en la letra pequeña de la oferta. Es posible que se esté ofreciendo un precio súper reducido, pero que el producto no venga con componentes necesarios para su uso, como pueda ser un cargador compatible, acceso a Google Play, por ejemplo, en caso de teléfonos Android o el software necesario para poder operar (ordenadores sin sistema operativo, por ejemplo). Tener que añadir lo que les falta acabará incrementando el precio y posiblemente el precio final sea superior al del producto completo en otra tienda. Si hay demasiada letra pequeña o ves asteriscos por todas partes, ¡desconfía! Siempre.
¿Una ganga o una estafa?
Desconfía de las ofertas “salvajes” o demasiado bonitas para ser verdad. Lo mñas probable es que sea una estafa. No decimos que existan las buenas ofertas, pero en caso de encontrar alguna, extrema el control sobre los puntos que te acabamos de comentar.
No solo en Black Friday
Este tipo de comportamientos los deberíamos tener completamente interiorizados y automatizados en nuestro día a día, no solo en ocasiones especiales como esta. Cuando compramos en una tienda física solemos estar más «al loro», sin embargo cuando se trata de internet parece que todo vale, y no es así.
En ocasiones, por intentar hacernos con ese chollo que vemos en pantalla, relajamos las medidas de control y acabemos sin chollo y sin dinero (en el mejor de los casos).