La pandemia de COVID-19 ha puesto patas arriba el mundo entero. En el ámbito concreto de la ciberseguridad, el aumento de modalidades de trabajo remoto ha propiciado también una adaptación de los ataques, pero no tanto como nos pensábamos. Los expertos están detectando diferencias entre las amenazas de ciberseguridad lanzadas en la primera y la segunda ola.

“La primera parte de la pandemia todo siguió más o menos igual. Vimos mucho phishing pero los malos han hecho más o menos lo de siempre. El problema ha llegado durante la segunda ola de la pandemia: las cosas han cambiado, los malos se han adaptado”. Así lo explicaba Alfonso Ramírez, director general de Kaskersky Iberia en un reciente encuentro con la prensa, en la que presentaron su nuevas familias de soluciones. 

Es decir, que nos esperan ataques más sofisticados y por ende, con consecuencias más graves. 

En este contexto, los usuarios y empresas tienen que aprender a adaptar también sus hábitos de concienciación en ciberseguridad, así como las defensas contra los distintos tipos de amenazas de seguridad que acechan. 

Kaspersky lanza soluciones de ciberseguridad para pymes

Esta situación ha hecho replantearse por completo a la empresa de seguridad su oferta de soluciones de seguridad, debido también a la distribución y características de las empresas y diferenciando por su tamaño. 

“En zonas como el sur de Europa la gran mayoría de las empresas son pymes, en las cuales no se tienen equipos de ciberseguridad dedicados, y eso nos ha hecho replantearnos nuestras soluciones de seguridad”, afirma Ramírez, explicando que para ellas se han desarrollado soluciones más ligeras. Para estos clientes con un nivel bajo o medio de madurez y presupuestos limitados, han lanzado la familia de soluciones Optimun. 

Las pequeñas y medianas empresas suelen ser las que menos inversión dedican a ciberseguridad, pero las que, en proporción, peores daños sufren. Según un reciente informe de la compañía de seguridad, el coste de una brecha de datos en una pyme europea asciende a unos 89.000 dólares, mientras que el de una gran empresa se estima en 839.000 dólares. 

Por otro lado, para las grandes empresas han desarrollado una solución diferente enfocada a las necesidades de estas compañías, que cuentan con mayores conocimientos y recursos de ciberseguridad: la familia Expert. 

A la hora de investigar las ciberamenazas, “no nos fijamos en todas las amenazas, solo en las más sofisticadas, de las 300.000 piezas de los malware que recibimos solo nos interesa un 1%. Este porcentaje corresponde a los adversarios con la capacidad de innovar, que son la clave en todo esto”. Así lo explica Daniel Creus, investigador en el equipo global de investigación y amenazas de (Great) de Kaspersky. 

Lo importante, según el especialista, es detectar su modus operandi y frenar a este tipo de atacantes profesionales para evitar el “efecto cascada” especialmente en esta segunda ola, es decir,  que otros grupos con menos conocimientos se puedan aprovechar de ello.

En definitiva, Kaspersky ha reorientado su estrategia de producto, con un objetivo, además de adaptarse a la madurez y recursos de las empresas, según apunta, Pedro García-Villacañas, Head of Presales de Kaspersky Iberia, para ofrecerlas un “alto retorno de la inversión”.

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