Tan importante es instalar las actualizaciones en nuestros dispositivos como buscar alternativas cuando los sistemas operativos o las aplicaciones que empleamos se quedan sin soporte técnico. La pereza suele ser mala consejera. También la falsa sensación de tener nuestras necesidades cubiertas aún a sabiendas de que esos recursos están obsoletos. No, no eres un romántico por usar Windows XP o Windows Vista. Eres un blanco para los ciberdelincuentes.

Los expertos llevan tiempo alertando de los riesgos que conllevan estas prácticas. En 2019 la compañía Karspersky advertía de que más de un 40% de los consumidores empleaba sistemas operativos obsoletos o al borde de concluir su vida útil. Ahora, presenta un estudio en el que revela que el 14% de usuarios españoles de PC sigue teniendo como sistema operativo Windows 7 a pesar de que Microsoft dejó de prestar soporte en enero de 2020.

Este hecho es un problema desde el punto de vista de la ciberseguridad. No pasa nada por dejar de recibir actualizaciones, pensarás. Pero es que entre ellas se encuentran las correcciones de seguridad que el proveedor realiza continuamente para evitar vulnerabilidades en el sistema.

Si la gravedad es evidente desde el punto de vista doméstico, mucho más lo es desde el punto de vista laboral. El estudio de Kaspersky recoge que casi el 15% de las pymes sigue utilizando Windows 7, un 16,9% en el caso de las microempresas. Afortunadamente, según destaca este informe, el 81,4% de los usuarios maneja Windows 10, la opción más fiable de Microsoft.

Pero, ¿a qué problemas reales me enfrento por utilizar sistemas operativos obsoletos?

Desde que Windows 7 se quedó sin soporte técnico se ha convertido en objetivo prioritario de los ciberdelincuentes. La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) avisa, entre otras cosas, de:

  • Producción de malware dirigido a este sistema operativo.

  • Mayor exposición de nuestros datos personales.

  • Falta de soporte para aplicaciones y hardware. A medida que los programas van actualizándose dejan poco a poco de ser compatibles con Windows 7.

Tal y como nos explican desde la OSI, la solución pasa por actualizar a la última versión disponible. Es decir, la de Windows 10. Microsoft ofreció esta vía de manera gratuita durante un tiempo, aunque no es la más conveniente para equipos antiguos porque puede afectar al rendimiento. La disyuntiva está entre cambiar el dispositivo a uno más moderno y seguro o buscar sistemas como los de Google, Apple y sus variantes de código abierto Ubuntu y Linux Mint.

Cuatro casos de obsolescencia que quizá te afecten

La tecnología avanza deprisa hacia soluciones cada vez más eficientes y seguras. Por eso, las noticias sobre programas y aplicaciones que se quedan obsoletos o directamente desaparecen son frecuentes y conviene mantenerse al tanto. Es el caso de Flash Player, cuyo soporte técnico finalizó el 31 de diciembre y se eliminó por completo de todos los navegadores.

Apple es otra de las compañías en constante evolución. Su futuro sistema operativo iOS 15 abandonará el soporte técnico para distintos dispositivos entre los que se encontrarían, a falta de confirmación oficial, el iPhone 6s y el iPhone SE original de 2016. Algunos modelos de iPad tampoco serían compatibles con la nueva versión del software, que se espera que salga al mercado antes de finalizar el año.

Las aplicaciones móviles no escapan al frenetismo de la actualización. Si eres de los que utiliza habitualmente WhatsApp y tu smartphone supera los siete años, la aplicación deja de prestarte servicio este año. La decisión afecta a aquellos móviles que no cuenten con un sistema operativo de Android igual o superior a la versión 4.0.3. También afecta a teléfonos iOS con versiones más antiguas a la 9.0. Asimismo, pronto WhatsApp Web no podrá usarse en Microsoft Edge Legacy y en Internet Explorer 11.

Por último, no queríamos perder la ocasión de contarte que hasta los routers pueden ser víctimas de vulnerabilidades. Recientemente se ha sabido que algunos modelos antiguos contienen cifrados obsoletos o carecen de actualizaciones desde hace años. Esto, como te imaginarás, se traduce en una puerta abierta a las amenazas. Mientras las actualizaciones estén disponibles, podemos efectuarlas y configurar los aparatos sabiendo la IP del router. ¿Para qué dejar nuestra red al azar si está en nuestra mano protegerla?

Como vemos, las actualizaciones o la sustitución de recursos tecnológicos están a la orden del día. El imparable avance responde, entre otras cosas, a la frenética carrera por ofrecer un mejor servicio, más seguro y competitivo. Te aconsejamos estar al tanto de estos cambios para que nunca te pillen a contramarcha. La ciberseguridad abarca muchos aspectos y éste es uno irrenunciable.

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