Facebook es una fuente de noticias incansable. Cuando no lo es por las múltiples funcionalidades que ha ido incorporando a lo largo de los años o por sus cuantiosos beneficios, lo es por sus caídas y las polémicas en torno a la seguridad de los usuarios. Lo que nadie le puede negar a su fundador es la capacidad de sorprender, y, hay que decirlo, Mark Zuckerberg lo ha vuelto a conseguir.
Hace tan solo unos días que anunciaba el cambio de nombre de la compañía y ese cambio ya es una realidad. ‘Meta’, una simplificación de la palabra ‘metaverso’, es la nueva imagen corporativa que aglutinará a partir de ahora los diferentes proyectos del joven magnate. Lo que esconde tras de sí es una importante inversión económica y la aspiración de revolucionar la manera en la que interaccionamos con nuestro entorno y las personas que lo habitan a través de internet.
No obstante, la realidad virtual y la realidad aumentada, así como el metaverso, no son conceptos que haya creado Zuckerberg. Lo que marca la diferencia es el compromiso adquirido para que se integre en nuestro día a día, como una extensión de la realidad física en la que vivimos. Interactuar con personas que físicamente están lejos de una manera más auténtica o promover negocios dentro de ese mundo paralelo son algunas de las posibilidades que se barajan.
Announcing @Meta — the Facebook company’s new name. Meta is helping to build the metaverse, a place where we’ll play and connect in 3D. Welcome to the next chapter of social connection. pic.twitter.com/ywSJPLsCoD
— Meta (@Meta) October 28, 2021
Se accedería a través de dispositivos creados para ello. La idea principal es que sea algo absolutamente inmersivo. Desde darle forma a nuestro avatar hasta tener un empleo en el metaverso, comprar bienes y servicios, ir al teatro o al cine… ¿lo imaginas? Algunos videojuegos ya han explorado estas opciones con un importante éxito, pero no en la magnitud que el CEO de Facebook proyecta.
En estos momentos ‘Meta Platforms’ está invirtiendo 150 millones de dólares para formar a los futuros creadores del metaverso, y dedicará, según recoge El País, otros 50 millones para recabar opiniones de expertos sobre la forma que debería adoptar. Y aunque no se han aventurado a dar una fecha, lo cierto es que hará falta al menos una década para que podamos probarlo. En cualquier caso, es toda una golosina para las grandes empresas que se están aventurando a impulsarlo. Tal y como apunta un informe de Bloomberg Intelligence, el valor del metaverso alcanza ya los 500.000 millones de dólares y se prevé que alcance los 2,5 billones en 2030.
Su enorme atractivo económico ya lo conocen, además de Facebook, Apple, Nvidia, Sony o Alibaba, entre otros. Todos ellos están invirtiendo enormes sumas de dinero para convertirse en puerta de acceso a este mundo virtual. Está claro que Meta, por su parte, trabajará incansablemente para que sea su metaverso el que se imponga. Así es como logrará controlar sus potenciales beneficios.
‘Meta’, ¿una lavada de imagen ante la mala prensa de Facebook?
Como suele ocurrir con las novedades que impulsa Facebook, un aluvión de análisis y también de escepticismo se pueden encontrar estos días circulando por la red. Hay quien apunta a una lavada de imagen tras los documentos filtrados por una ex-empleada, Frances Haugen, que señalaba la falta de seguridad de las redes sociales de ‘Meta,’.
Tampoco escasean las polémicas sobre privacidad que han asaltado la paz de Zuckerberg en los últimos tiempos. Las teorías sobre el hecho de que Facebook haya terminado manchando la imagen de otras plataformas como Instagram y WhatsApp ha podido incentivar el aislamiento de la marca para mantener a flote el barco.
Hay dudas, por otro lado, sobre si ese turbio recorrido acabará empañando el futuro del metaverso de Zuckerberg. ¿Después de todas las acusaciones dirigidas a Facebook la gente confiará en un mundo precisamente construido por el destinatario de las críticas? Solo el tiempo tiene la respuesta. Lo que está claro es que la cabeza pensante de ‘Meta’ invertirá tiempo y mucho, muchísimo dinero, para que así sea.
