Estamos a punto de concluir un año en el que, desgraciadamente, pocas han sido las alegrías en torno al avance de las ciberestafas. La pandemia se ha posicionado como caldo de cultivo ideal en ese aspecto, pero la tendencia de crecimiento constante viene de atrás. Según el último Estudio de la Cibercriminalidad en España, ya en 2016 el fraude informático era el delito cibernético más común superando los 70.000 casos registrados. Cuatro años después no solo seguía a la cabeza: había crecido exponencialmente hasta alcanzar los 257.907 hechos conocidos y representaba el 90% del total. El fraude informático adopta muchas formas y se camufla en el contexto cambiante de nuestra sociedad. En esta ocasión nos centraremos en las estafas vinculadas a Bizum, el exitoso servicio de pago entre particulares desde los teléfonos móviles.
En la actualidad cuenta con cerca de 19 millones de usuarios y 30 bancos asociados, además de los 25.000 comercios online que permiten pagar a través de este popular método.
Repartir gastos y abonar las cantidades correspondientes a familiares y amigos nunca había sido tan sencillo. Sin embargo, conviene recordar que las ventajas implícitas lo son también para los ciberdelincuentes. Estas semanas, en plena época navideña y con la temporada de rebajas a la vuelta de la esquina, hacer y recibir pagos por Bizum es casi parte de nuestras rutinas diarias. Por eso resulta imprescindible conocer las últimas tendencias en ese sentido y saber diferenciar lo legítimo de lo fraudulento. Vamos a ver en las siguientes líneas algunos ejemplos que nos ayudarán a identificar los engaños y a esquivarlos eficazmente.
Del vishing a las supuestas recompensas por Bizum
Los estafadores que se hacen pasar por funcionarios de organismos oficiales han encontrado en Bizum una herramienta muy interesante. La suplantación de identidad o phishing llega habitualmente en forma de correo electrónico, SMS e incluso una llamada. Ésta última es la que se conoce como vishing y la que parece que están empleando para ganarse la confianza de las víctimas. ¿Cobros de ayudas y de prestaciones a través de Bizum? No tengas duda: es un timo.
La estrategia de enviar una petición de cobro es muy, muy común, y las tretas bastante variadas. El Falso Comprador funciona de manera similar y se alimenta de los anuncios de plataformas tipo Wallapop, Vinted o Mil Anuncios. Tan sencillo como mostrar interés en un producto a la venta y solicitar el pago por Bizum. Ojo a las prisas, porque además de pedir el dinero en vez de darlo solicitan una cantidad superior a la convenida. El truco vale también para enganchar con supuestas recompensas. Hace poco el premio era de 500 euros a cambio de pagar una pequeña comisión. Para evitar caer en estas trampas recomendamos leer detenidamente todo el contenido del mensaje, una sola palabra puede marcar la diferencia.
Creatividad y ofertas jugosas: todo vale para quedarse con tu dinero
La originalidad no conoce límites cuando se trata de persuadir y sacarle el dinero a los incautos. Y para muestra el fraude del falso artista. El timador solicita la devolución de un Bizum hecho por error. Contacta a un usuario de WhatsApp explicando que le ha hecho una transferencia de 50 euros pero que en realidad no era para él, sino para un artista que le hizo un trabajo y que tiene un número de teléfono muy similar. El supuesto artista participará del engaño con otro mensaje instantáneo, dándole más credibilidad a la historia. Todo un juego por el que, a base de pequeñas cantidades, el ciberdelincuente se monta un negocio redondo. El sentido común debe primar en este tipo de situaciones: no efectúes transacciones propuestas por usuarios desconocidos.
Y por último, y dado que estamos en las fechas en las que probablemente más dinero gastemos, cabe recordar que los productos con precios demasiado buenos para ser verdad siguen en busca de potenciales objetivos. Vemos un producto atractivo con un precio inferior al de mercado, contactamos con el anunciante y… ¡sorpresa! Nos pide un adelanto o el importe total por Bizum como condición para recibir el artículo. Pero el producto jamás llega. Qué típico, ¿no? Pues esta estafa y sus variantes triunfan más de lo que nos gustaría, como ya te venimos alertando en época de compras.
Junto a las recomendaciones mencionadas, leer con calma cualquier notificación y no revelar contraseñas o datos sensibles por teléfono y a través de emails no solicitados puede salvarnos de algún que otro susto. Felices y seguras fiestas a tod@s.