NordPass ha publicado su informe anual con las contraseñas más usadas por los usuarios a nivel mundial. Como en años anteriores, aún se siguen utilizando contraseñas débiles y fáciles de adivinar, lo que abre las puertas a los ciberdelincuentes.
A rasgos generales, el informe de este año sigue la tendencia de ediciones anteriores: los usuarios siguen empleando contraseñas muy débiles y predecibles para proteger sus cuentas de correo electrónico, redes sociales, accesos a dispositivos y otros servicios online.
La novedad de este año es que el tradicional “123456” que la mayoría de usuarios empleaba como contraseña ha sido desplazado por otra no menos segura, “password”. Estas dos contraseñas encabezan el listado de las más utilizadas a gran distancia de la tercera, “123456789”.
En el caso de España, las dos contraseñas más utilizadas son, en primer lugar, “123456” y, en segundo lugar, “123456789”, ambas nada robustas y fáciles de descifrar por mentes malintencionadas.
Desde NordPass destacan que el 73% de las contraseñas más utilizadas a nivel global se repiten si las comparamos con las del pasado año. Además, el 83% de las más populares se pueden descifrar en menos de un segundo con las herramientas adecuadas que, además, están ampliamente disponibles.
Teniendo en cuenta esta evolución, está claro que los usuarios aún no son conscientes de las implicaciones que conlleva usar contraseñas débiles y priman la comodidad a la hora de elegir una, de ahí que apuesten por las sencillas y fáciles de recordar.
Esto constata la importancia de concienciar a los usuarios sobre la creación de contraseñas más robustas, difíciles de descifrar y únicas para cada cuenta, dispositivo o servicio online.
Para facilitar esta tarea, los gestores de contraseñas con una herramienta de gran utilidad que permite disponer distintas contraseñas para cada servicio sin tener que memorizarlas todas.
Cómo crear contraseñas seguras
Asimismo, dada la facilidad con la que algunos actores maliciosos consiguen descifrar las contraseñas, activar el doble factor de autenticación es una medida clave para añadir una capa más de seguridad.
Con la mirada puesta en mejorar la forma en la que los usuarios hacen uso de las contraseñas, desde ESET instan a no cometer cinco de los errores más comunes en los que suelen incurrir al utilizarlas.
- No reutilizar las contraseñas. Ante la inclinación de los usuarios por crear contraseñas fáciles de recordar, la mayoría de los usuarios las hace cortas y simples y las reutiliza para distintos servicios online. De esta forma siempre la recuerdan. Sin embargo, esto los expone aún más, por lo que utilizar distintas es siempre mejor.
- No crear contraseñas simples. Esto facilita la tarea de los ciberdelincuentes al acceder a las cuentas de usuarios. Asimismo, es conveniente no utilizar patrones simples y palabras obvias ni datos personales fácilmente descifrables.
- No guardar las contraseñas de forma segura. Este es otro error muy común ya que muchos usuarios las guardan en papel o post-its, en Excels o documentos en los ordenadores para tenerlas a mano. Es mejor anotar pistas que ayuden a recordarlas y no tenerlas a la vista de cualquiera que pueda hacer un mal uso de ellas.
- No compartir contraseñas. Esto puede llevar a perder su control y no saber qué uso puede hacer la persona con la que la compartimos.
- Cambiar las contraseñas periódicamente. En algunas organizaciones esta práctica es obligatoria cada dos o tres meses, sin embargo, ante el hastío que provoca esto, muchos usuarios hacen cambios mínimos por lo que eso no optimiza la seguridad.
Tener estos aspectos en cuenta contribuirá a generar contraseñas más seguras y adquirir una mayor conciencia de su importancia.