El panorama de la ciberseguridad el próximo 2023 estará dominado por los amenazas a dispositivos IoT y por los ataques híbridos en los que se combina la acción de personas y máquinas.

A las puertas del nuevo año, la firma de ciberseguridad Bitdefender ha analizado las principales amenazas a las que usuarios y empresas deberán enfrentarse el próximo 2023. Para la compañía, serán dos los grandes frentes a los que habrá que prestar especial atención.

El primero de ellos es el de las amenazas que se ciernen sobre los dispositivos IoT, ya que los ciberdelincuentes van a seguir explotando las posibles vulnerabilidades que puedan tener estos dispositivos. Una afirmación basada en los resultados obtenidos en una reciente investigación sobre una marca de cámaras en la que descubrieron que millones de dispositivos estaban expuestos a posibles ataques.

Esto podría permitir a actores maliciosos tomar el control de estos dispositivos, tener acceso a su contenido de audio y vídeo, así como hacerse con las credenciales del usuario.

En opinión de Dan Berte, director de Seguridad IoT en Bitdefender, los riesgos a los que están expuestos los dispositivos IoT ya se agravaron durante la pandemia como consecuencia del uso de la misma red para acceder a los recursos corporativos por el teletrabajo y a los personales.

«Cualquier dispositivo con una dirección IP es una puerta de entrada potencial, y para las organizaciones resulta complicado tener bajo control los entornos fuera de su propio perímetro», señala el responsable.

Proliferación de los ataques híbridos

Junto a las amenazas a las que van a estar expuestos estos dispositivos, desde Bitdefender alertan de la proliferación de ataques híbridos a los que asistiremos el próximo año. Unos ataques que irán dirigidos a empresas de todos los sectores y de cualquier tamaño.

Teniendo en cuenta que las previsiones apuntan a un aumento de la inversión en ciberseguridad el próximo año, cada vez más organizaciones apostarán por implementar medidas de detección y respuesta frente a amenazas. Con ello esperan aumentar la rapidez en la detección de ciberataques y reducir el tiempo que los ciberdelincuentes permanecen en el entorno TI sin ser detectados.

Sin embargo, como sostiene Martin Zugec, director de Soluciones Técnicas de Bitdefender, esto también llevará a que los ciberdelincuentes dediquen más esfuerzos a mejorar la identificación de oportunidades y a aprovechar las vulnerabilidades existentes para llevar a cabo ataques cada vez más sofisticados.

«Cada vez hay más ataques que comienzan utilizando técnicas automatizadas de escaneo con el fin de identificar sistemas vulnerables. Una vez detectados, es un humano el que decide si vale la pena seguir adelante con ese objetivo», explica Zugec.

Estos ataques híbridos pueden poner en serias dificultades a aquellas organizaciones que guardan datos de gran valor, o forman parte de una cadena de suministro de otra empresa más grande, con lo que las consecuencias de un ciberataque se multiplican.

Ante la proliferación y evolución de estas amenazas, contar con soluciones de seguridad avanzada como de detección y respuesta extendidas (XDR), o servicios gestionados de detección y respuesta (MDR), serán clave el próximo 2023 para combatirlas.

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