El impulso de la transformación digital y en crecimiento de la superficie de exposición llevará a 2 de cada 3 empresas a incrementar su inversión en ciberseguridad el próximo año.
Los proyectos de transformación digital han experimentado un notable auge en los dos últimos años. Cada vez, más organizaciones han abordado su digitalización y la apuesta por el teletrabajo y los modelos de trabajo híbridos se ha hecho realidad.
Esto ha incrementado enormemente la superficie de exposición a ciberataques y una proliferación de dispositivos que requieren de protección. En consecuencia, de acuerdo con las estimaciones de Experis, 2 de cada 3 empresas se verá abocada a incrementar su presupuesto en ciberseguridad en 2023.
Una previsión que da respuesta al informe del CCN-CERT, ‘Ciberamenazas y Tendencias 2022’, en el que se apunta el creciente aumento de los incidentes críticos y la necesidad de que las organizaciones activen un proceso de mejora continua. Esto implica optimizar las capacidades de detección y respuesta, así como de la prevención de amenazas y de los planes de contingencia.
Unas mejoras para las que es clave, no solo incrementar la inversión económica, sino también de profesionales para que pueda evaluar, interpretar y actuar ante las ciberamenazas.
Tal y como apunta la directora general de Experis España, Myriam Blázquez, el aumento de información, herramientas y recursos digitalizados que se comparten con clientes y proveedores requiere poner el foco en su seguridad. «Los ataques son cada vez más sofisticados y, por ello, los recursos necesarios, tanto a nivel de inversión como de profesionales, seguirán creciendo a lo largo de los próximos años», expone la responsable.
Dispositivos y cloud, foco en la inversión
La proliferación de dispositivos llevará a que la protección de terminales sea una de las áreas en las que más se invertirá el próximo 2023. Y es que, ante el fuerte incremento de las ventas de portátiles y smartphones que se produjo durante los primeros meses de la pandemia para dar respuesta a las necesidades derivadas del trabajo remoto, ha seguido siendo clave continuar con su protección.
Asimismo, la seguridad de los activos en la nube también se erige como otra de las áreas clave en las que se impulsará la inversión en ciberseguridad.
En este sentido, también hay que tener en cuenta la creciente relevancia que ha adquirido la seguridad de las arquitecturas cloud en las organizaciones para monitorizar toda la cadena de valor. Por lo tanto, además de las arquitecturas propias, hay que trabajar conjuntamente con clientes y proveedores.
Avanzar en esta protección contribuirá a la seguridad del dato, clave para la gestión de perfiles y accesos, lo que también ayudará a garantizar la continuidad del negocio. En opinión de Marcos Fernández, responsable de la Práctica de Ciberseguridad de Experis España, para poder dar respuesta a estas necesidades los profesionales y tecnologías juegan un papel clave.
«Pero también es fundamental hacer una labor de concienciación y de formación a todos los usuarios finales implicados, internos y externos, para minimizar las vulnerabilidades del ecosistema digital», concluye el responsable.
