Aún no sabemos cómo serán el metaverso, pero sí conocemos ya algunos de los riesgos que entrañará en materia de ciberseguridad. A medida que se avanza en la creación de este nuevo universo, las empresas tecnológicas ya están trabajando en dar respuesta a los nuevos retos que planteará en materia de seguridad.
Según un estudio de Mediabrands Discovery, el 90% de los potenciales usuarios del metaverso cree que conllevará importantes beneficios sociales. Los campos de la medicina virtuales, de los procesos de aprendizaje, así como de la cultura y el entretenimiento serán algunos de los que experimentarán un gran impacto a medida que se vaya configurando este nuevo universo.
Sin duda, hay grandes expectativas puestas en él antes las grandes oportunidades que se espera que conlleve en los próximos años. No obstante, el metaverso también deberá afrontar una serie de desafíos, y la ciberseguridad será uno de los principales.
Esto está llevando a que las empresas tecnológicas y especializadas ya estén trabajando para implementar estrategias que garanticen una mayor seguridad en el metaverso
Nuevos (y no tan nuevos) vectores de amenazas
Cómo será realmente el metaverso es todavía una incógnita. Según Mark Zuckerberg, el metaverso podría tardar una década en desarrollar todo su potencial. Sin embargo, ya han surgido los primeros retos que deberá abordar en términos de seguridad.
De momento, sabemos que es probable que coexista una amplia variedad de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), procesamiento de lenguaje natural, gráficos 3D, sensores de alta gama, etc. Y toda esta complejidad abrirá las puertas a muchas vulnerabilidades.
El robo de identidades y ataques de ransomware será una de ellas. La suplantación de identidad y la piratería biométrica puede ir a más en estos nuevos entornos.
El blanqueo de capitales puede ser otro problema de seguridad que deberá afrontarse en este nuevo escenario. Dado que es probable que el metaverso dependa de las criptomonedas, los delincuentes pueden usar estos entornos para ocultar sus actividades, lo que generará problemas con el ransomware.
Junto a esto, la desinformación será otro de los grandes retos que deberán abordarse. Los gobiernos y los grupos terroristas pueden aprovechar el metaverso para difundir propaganda si no se establecen los mecanismos oportunos.
Además, el potencial impacto de todas estas actividades en el mundo real puede ser muy preocupante. Peligros que van desde el daño físico a usuarios virtuales a través de sensores hápticos, hasta el fraude y las amenazas a menores en el metaverso deberán abordarse cuanto antes para evitarlos.
A esto hay que sumarle las implicaciones de los avatares que se ven, oyen y actúan como humanos gracias al uso de tecnologías como la IA generativa. Las dificultades que existen en muchas ocasiones para diferenciar entre caras reales y virtuales pueden conllevar enormes riesgos y afectar a la confianza.
Asegurar el metaverso
Un aspecto positivo a la hora de abordar la ciberseguridad en el metaverso es que las empresas de tecnología tienen mucha experiencia en la construcción de sistemas. Los enfoques existentes resultarán útiles para no tener que empezar de cero. El inicio de sesión único (SSO), la autenticación multifactor (MFA) y la detección y respuesta de punto final (EDR) serán clave, si bien será necesario realizar ajustes teniendo en cuenta las particularidades de los entornos inmersivos.
Para algunos expertos, los distintos metaversos deberían implementar métodos más sólidos para la autenticación y el control de acceso en todas las interacciones entre usuarios, aplicaciones y plataformas, basándose en principios de confianza cero.
Pero la seguridad deberá ir más allá de la implementación de tecnologías. Debido a la prometida interacción de los mundos real y digital, será necesario que existan reglas que ayuden a gestionar la experiencia.
Esta será un área de gran crecimiento, pero también planteará nuevos desafíos para las organizaciones que construyen las plataformas para regular el comportamiento, las actividades y la interacción de los usuarios.
Tener todos estos aspectos en cuenta serán clave para ofrecer un nivel razonable de confianza y seguridad a las empresas y los consumidores a medida que vayan adentrándose en el metaverso.
