La apuesta por la innovación se ha convertido en un aspecto clave para que las empresas puedan hacer frente a los nuevos retos que se les presentan en un momento marcado por la incertidumbre económica.
En una coyuntura macroeconómica como la actual, determinados proyectos contribuyen a que las organizaciones puedan aprovechar las posibilidades que brinda el talento emprendedor de las startups. Una apuesta que, en el mercado español, cada vez coge más fuerza, tanto en grandes empresas como en pymes. Sobre esta apuesta por la innovación y las posibilidades que brindan las startups a las empresas españolas hablamos con Diego Fernández, CEO de GELLIFY Iberia.
Bit Life media (BLm): Después de un año marcado por la incertidumbre económica y su impacto en las organizaciones, ¿cómo se ha comportado el ecosistema de innovación en España?
Diego Fernández (DF): Ha sido un año muy especial y diferente, más aún después de lo que vivimos en el 2020 con la pandemia. Un año con actividad, aunque inestable, marcado por las constantes subidas y bajadas en lo referente a la actividad de las corporaciones hacia la innovación.
A mí parecer, hemos visto, en mayor medida, acciones más alineadas con el diseño y la planificación que con la ejecución de grandes temas.
Asimismo, los fondos públicos Next Generation, y otros ya planificados, también han influido notablemente en el trabajo de preparación, generación de consorcios y otras actividades asociadas a la captación de fondos. Si bien esto último tampoco se ha movido y, por tanto, es una promesa que poco a poco se va desbloqueando.
En términos generales, ha sido un año muy interesante en lo relativo a la planificación, el diseño de actividades y el trabajo interno. A partir de aquí, sólo queda ir a más.
BLm: ¿Seguimos aún muy retrasados respecto a otros países europeos? ¿Hay algún sector que destaque en lo que a su apuesta por la innovación y el ecosistema de startups se refiere?
DF: En mi opinión, y en comparación con el resto de Europa, no tenemos nada por lo que acomplejarnos. Todo lo contrario. En la actualidad, España es un ecosistema bastante sofisticado donde encontramos corporaciones que son verdaderos referentes en innovación, no solo por su trayectoria y experiencia, sino también por sus grandes inversiones en iniciativas de innovación.
Por el contrario, y salvo algunas excepciones, las grandes empresas españolas no terminan de ser fuertes en temas asociados a la adquisición o inversión en startups mediante vehículos de inversión como los CVC (Corporate Venture Capital).
Sin duda, si hay un sector que podemos destacar es el industrial. Los grandes cambios que se imponen a través de la sostenibilidad obligan a las empresas del sector a incrementar su actividad en innovación, su inversión en nuevas tecnologías, infraestructuras digitales, etc.
«En comparación con el resto de Europa, no tenemos nada por lo que acomplejarnos»
BLm: En los últimos años sí hemos detectado una creciente apuesta de las grandes organizaciones por las startups para incorporar esa innovación tan necesaria. ¿Cómo ha evolucionado en el último año y qué tendencias se vislumbran de cara al próximo 2023?
DF: Es evidente que la colaboración startup-corporación ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. Este incremento se puede observar a través de indicadores como el aumento de áreas de ‘Open Innovation’ en las propias organizaciones, su madurez a la hora de crear colaboraciones efectivas y con impacto, o el incremento de fondos de inversión de corporaciones (CVC), entre otras cuestiones.
Esta tendencia seguirá creciendo en 2023. De esta forma, veremos como el ‘Open Innovation’ continuará afianzándose este año. Y es que, según diversos informes, alrededor del 95% de las organizaciones ya ha realizado alguna acción con esta metodología. Esto significa que el ‘Open Innovation’ ya no será un desafío, sino una forma habitual de hacer innovación a través de startups.
Por otra parte, observamos que sectores como la banca, que trabaja mucho con modelos de ‘Open Innovation’, continúa teniendo dificultades para transferir las capacidades de las startups a productos o servicios reales, o integrarlas en el core business. Todo ello llevará a un ajuste en los procesos internos de las propias organizaciones y en la colaboración startup-corporación de cara a este año.
« ‘Open Innovation’ ya no será un desafío, sino una forma habitual de hacer innovación a través de startups»
BLm: Teniendo en cuenta el panorama macroeconómico y su impacto en las organizaciones de todo el mundo, ¿considera que supondrá un contratiempo o una oportunidad para que las empresas puedan innovar y hacer frente a los nuevos retos?
DF: A priori, uno tiende a pensar que será una oportunidad. Por lo general, cuando hay situaciones macroeconómicas que derivan en una crisis más o menos profunda, las empresas deben revisar la forma en la que hacen las cosas y ser más efectivas. No obstante, esta no es siempre la lógica.
Hemos visto ya varias crisis en las que la tónica es realizar ajustes de todo tipo y, por supuesto, el de las nuevas inversiones es uno de ellos.
A mi parecer, no debería disminuir mucho la actividad en innovación ya que, año tras año, las empresas van entendiendo que es un proceso core y no un ‘must have’, teniendo proyectos iniciados de alta importancia, transformaciones en marcha y otros procesos que no sería bueno parar.
BLm: Sin embargo, la incertidumbre está paralizando muchas inversiones en TI y en I+D+i, ¿cómo se puede animar a las organizaciones a seguir apostando por la tecnología y la innovación y hacerlo de la mano de startups?
DF: Sin duda, la incertidumbre está frenando la puesta en marcha de nuevos proyectos, ya sean de I+D, de inversión o de desarrollos e integraciones tecnológicas. En la actualidad, las empresas estudian y analizan profundamente sus próximas inversiones. Por ello, veremos una cierta disminución en grandes inversiones en infraestructuras digitales. Sin embargo, puede ser un punto positivo para las startups ya que, normalmente. son soluciones más asequibles y son percibidas así en las empresas.
Agentes como GELLIFY, que empoderamos este proceso de colaboración entre startups y grandes empresas, promovemos foros de contacto mutuo, identificamos diariamente soluciones profesionales y confiables que vienen de la mano de startups, y proponemos generar nuevos procesos a través de pilotos o PoC a las corporaciones, entre otras cuestiones.
Todo ello, con la idea de que prueben cómo funciona el trabajo conjunto con estos agentes y vayan acomodando sus procesos a poder trabajar con startups. Si bien de primera no es algo sencillo, si se hace bien, es una fuente inagotable de beneficios para ambas partes.
BLm: España es un país con un tejido empresarial formado en su mayoría por pymes, ¿qué obstáculos se encuentran estas empresas a la hora de innovar y cómo podemos impulsar una cultura de innovación pensando en sus particularidades?
DF: Para las pymes no es fácil innovar ya que dedican gran parte de su día a día a procesos relacionados con su propio crecimiento. Una actividad ligada a la venta y a ser eficientes en su delivery.
En mi opinión, la innovación es vista, en muchos casos, como algo que solo empresas de cierto tamaño pueden llevar a cabo, si bien las pymes también lo necesitan. No obstante, existen varias barreras que dificultan la innovación dentro de las pymes. El acceso al talento y a las tecnologías más disruptivas, las inversiones necesarias para digitalizarse o el acceso al conocimiento y a las metodologías para innovar, entre otros factores.
Del mismo modo, debemos tener en cuenta que muchas de estas empresas no cuentan con la función de innovación en su estructura. La mayoría de las veces esta función recae en áreas de estrategia, marketing o TI.
Sin duda, debemos trabajar para poder ‘democratizar’ el acceso a la innovación. Si bien la digitalización es un área de trabajo que ahora está siendo abordada por el gobierno, aún queda mucho por hacer.
«Las relaciones entre agentes del ecosistema se consolidará aún más y se extenderá a empresas del middle market y pymes»
BLm: Desde su experiencia, ¿cuáles son las claves para seguir fomentando la colaboración entre el ecosistema de emprendedores y las organizaciones? ¿Cómo debe ser esta colaboración para obtener los resultados esperados?
DF: Desde mi punto de vista, el ecosistema deber estar completo para que sea realmente un ecosistema. No hablamos solo de emprendedores, startups o corporaciones, sino que hay otros stakeholders que son importantes como las universidades, centros de investigación, redes de inversores, agencias de innovación, etc.
Existen varias claves que pueden ayudar a fomentar la colaboración entre todo este ecosistema de emprendedores y las organizaciones:
- Fijar canales de comunicación abiertos y transparentes: es importante establecer una comunicación fluida y regular entre las diferentes partes involucradas para poder trabajar de manera efectiva.
- Fomentar la confianza: es fundamental que las organizaciones demuestren que están dispuestas a colaborar de manera sincera y abierta con los emprendedores. Esto requiere tiempo y esfuerzo para establecer relaciones sólidas y de confianza.
- Identificar oportunidades de colaboración: es importante buscar formas en las que las organizaciones y los emprendedores puedan colaborar y aprovechar sus fortalezas y habilidades para crear valor mutuo.
- Establecer objetivos y metas comunes: es esencial fijar objetivos y metas comunes para poder trabajar de manera efectiva hacia un mismo objetivo.
- Promover la innovación y la creatividad: es imprescindible fomentar un ambiente de innovación y creatividad en el que se puedan generar nuevas ideas y soluciones a problemas comunes.
- Buscar objetivos como ecosistema: trabajar más que el efecto ‘one-to-one’. A veces hay que pensar como un sistema, más allá de los beneficios individuales.
BLm: ¿Cómo espera que evolucione el ecosistema de startups y su colaboración con el tejido empresarial español en 2023? ¿Qué sector o sectores apostarán más por esta colaboración?
DF: Mi visión para el 2023 es que este tipo de relaciones entre agentes del ecosistema continuará creciendo, se consolidará aún más y se extenderá a empresas más de middle market e incluso pymes. Todo ello, motivado principalmente por tres factores. En primer lugar, una metodología de colaboración que será cada vez más accesible; en segundo lugar, por el ‘apetito’ por la inversión en startups; y, por último, por las startups, que serán cada vez mejores y tendrán servicios y capacidades más sofisticadas, lo que ayudará a que sean conocidas y ‘consumidas’
En relación a los sectores, la industria de la construcción estará más permeable a colaborar con startups, ya sea en nuevos materiales, en temas de digitalización o en sostenibilidad. Asimismo, el sector de las infraestructuras o el de la agroalimentación serán dos sectores que claramente continuarán incrementando sus inversiones y colaboraciones.
