Bajo el lema ‘Juntos por una Internet mejor’, este 7 de febrero se celebra en todo el mundo el Día de Internet Segura 2023 (Safer Internet Day). Una jornada en la que se llevarán a cabo numerosos actos para concienciar y promover el uso seguro de la tecnología, especialmente entre niños y jóvenes.
Crear conciencia sobre los problemas de seguridad que pueden derivarse del mal uso de Internet y cómo conseguir un uso seguro de las tecnologías digitales y la navegación online. En este objetivo, las instituciones públicas desempeñan un papel clave, tal y como ha destacado Carme Artigas, Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, durante la inauguración de los actos del Día de Internet Segura de INCIBE.
«Tenemos la responsabilidad de que los colectivos de riesgo disfruten de la tecnología de manera activa y protagonista, minimizando sus riesgos», ha expuesto Artigas. Y es que más del 90% de las personas que viven en países desarrollados hacen uso de Internet, lo que las convierte en potenciales víctimas de ciberdelitos.
No obstante, según los datos de Fortinet, más del 80% de los incidentes de ciberseguridad son consecuencia de la falta de habilidades en tecnología y, especialmente, en ciberseguridad. A medida que avanza la digitalización, y con ella los ciberriesgos, se constata la necesidad de reforzar la formación y concienciación en ciberseguridad para hacerles frente.
Es evidente que Internet y las nuevas tecnologías aportan numerosos beneficios, tanto a nivel profesional como personal. Sin embargo, para aprovecharlos es importante seguir las recomendaciones en ciberseguridad de los expertos y seguir una serie de buenas prácticas que contribuyan a realizar una navegación segura en Internet.
Buenas prácticas de seguridad para navegar en Internet
Hoy en día con muchas las amenazas a las que nos exponemos al navegar por Internet. El Día de Internet Segura pone el foco este año especialmente entre los más vulnerables, los más jóvenes, que pueden pecar de exceso de confianza en el mundo online.
Tener en cuenta estas recomendaciones contribuirán a reforzar la seguridad al navegar en Internet.
Educar a familiares y amigos para que mantengan la privacidad de la información personal identificable (IPI) en Internet. Esto conllevará no compartir información con extraños ni facilitar datos sobre el lugar de residencia.
Establecer reglas claras para el uso de Internet. Es de gran utilidad para niños y adolescentes crear un listado de páginas web y aplicaciones autorizadas, con lo que se contribuirá a que no accedan a sitios de riesgos. Establecer la necesidad de solicitar la aprobación de los padres para determinadas actividades también será de gran ayuda.
Concienciar sobre la importancia de las contraseñas seguras, cómo crearlas y no compartirlas con nadie. Es fundamental que las contraseñas sean robustas, además de contar con una diferente para cada cuenta, aplicación o dispositivo.
Aprender a diferenciar la información verídica de las fake news. Es clave aprender a discernir entre la información veraz de la que no lo es y evitar posibles estafas. Muchas de estas estafas se aprovechan también para llevar a cabo ataques de phishing.
Es importante concienciar de esta amenaza y advertir de la necesidad de extremar precauciones al pinchar en un enlace sospechoso, que no deben abrirse, al igual que los archivos de remitentes desconocidos.
La comunicación es un pilar importante a la hora de garantizar la seguridad en Internet. Es fundamental generar un clima de confianza para que niños y adolescentes puedan hablar si detectan situaciones o interacciones preocupantes.
Adelantarse a las amenazas
Los riesgos en Internet están ahí y no son exclusivos. Cualquier usuario está expuesto por lo que siempre es importante adoptar una serie de medidas que contribuyan a protegerse de las amenazas existentes.
- Disponer de soluciones de seguridad, como antivirus o detección de amenazas, que ayuden a minimizar los riesgos.
- Utilizar la tecnología VPN (red privada virtual) para establecer el anonimato en Internet y mejorar la seguridad al navegar por redes públicas.
- Hacer uso del múltiple factor de autenticación (MFA) para añadir capas adicionales de seguridad y no depender únicamente de contraseñas de acceso. Utilizar sistemas biométricos será cada vez más fundamental.
- Mantener los sistemas, software y dispositivos al día con las últimas actualizaciones de seguridad.
- Realizar compras online siempre desde sitios web seguros ante el auge del comercio electrónico y, por ende, los ciberataques dirigidos a estas plataformas.
- Tener especial cuidado con el correo electrónico, uno de los principales vectores de ciberataques. Es importante eliminar correos o mensajes sospechosos de remitentes desconocidos, o que puedan haber suplantado una identidad, albergando malware.
- No dar datos confidenciales nunca a través de páginas web, redes sociales o formularios. Cabe recordar que las entidades bancarias u organismos públicos jamás nos solicitarán esa información online.
- Junto a estas medidas, realizar copias de seguridad de toda la información de valor es crítico. Ante el avance imparable del ransomware, contar con un respaldo de la información será clave para no perder nada y minimizar el impacto de estos ataques.
