Cuando se dice que nada ni nadie está exento de sufrir ciberataques, es nada ni nadie. La comunidad científica y en concreto el campo de la astronomía está experimentando algunos de los ciberataques más llamativos de los últimos meses.
Y es que algunos de los observatorios astronómicos más importantes del mundo están siendo víctimas de graves ciberataques que les han dejado temporalmente sin servicio y están poniendo en jaque importantes investigaciones.
Es el caso de NOIRLab (National Science Foundation’s National Optical-Infrared Astronomy Research Laboratory). La mañana del 1 de agosto, detectaron un ciberataque en sus sistemas informáticos, que forzó la suspensión de las observaciones astronómicas de su estación Gemini Norte en Hawaii. La rápida reacción del equipo previno daños mayores a la instalación. Como medida de precaución, decidieron aislar todos los sistemas del observatorio y apagarlo.
El Observatorio Internacional Gemini Norte es uno de los centros astronómicos más prestigiosos, que cuenta con telescopios de última generación localizados en uno de los mejores emplazamientos del planeta. Una de sus características reseñables es que es uno de los observatorios que pueden ser operados de manera completamente remota y nutre de valiosos datos a los investigadores de este campo.
Decidieron aislar como medida de precaución también otro de sus principales observatorios, el telescopio Gemini Sur situado en Chile, que se encontraba en el momento del incidente en un cierre planificado debido a un trabajo de ingeniería. Algunos de sus sitios web también quedaron sin servicio de manera temporal.
Debido al ciberataque y como precaución, decidieron desconectar también otros observatorios menores, como el de Cerro Tololo y Cerro Pachón en Chile.
“Nuestro equipo está trabajando junto a expertos de ciberseguridad para lograr que todos los telescopios afectados y nuestro sitio web vuelvan a la normalidad lo antes posible”, explicaba en el comunicado oficial NOIRLab, en la última actualización de hace unos días. En el comunicado apuntan que no darán datos técnicos sobre el ciberataque hasta que no esté más avanzada la investigación para no entorpecerla.
La comunidad científica, en alerta por ciberataques
No en vano, la mayoría de los medios de comunicación científicos y especializados se han hecho eco de esta noticia. La prestigiosa Science, que lo ha calificado de “misterioso ciberincidente”, resalta el nerviosismo que están provocando estos ataques. “Cuanto más tiempo permanecen apagados, más ansiosos se ponen los astrónomos. Muchos proyectos internacionales, tesis doctorales y papers en preparación, dependen de los datos de estos telescopios”.
Este nuevo ataque, que se suma a otros similares que han ocurrido en los últimos meses, añade preocupación sobre este aspecto. La comunidad científica está llamando la atención sobre la gravedad de estos incidentes y muchos centros están tomando ya medidas para protegerse ante estos ataques.
Y es que cada día que una de estas instalaciones permanecen inaccesibles, supone un enorme perjuicio. Desde luego en términos económicos, teniendo en cuenta que este tipo de observatorios cuentan con presupuestos anuales de millones de dólares. Pero más allá de eso, el sector científico resalta que supone un gran coste para la comunidad. “No solo en términos financieros, sino de datos”, recalcan desde Science Alert. Y es que los investigadores se quedan a ciegas, paralizando también los proyectos en marcha.
La preocupación se ha incrementado especialmente porque esta no es la primera vez que una instalación de estas características es objetivo de ciberataques. Hace tan solo unos meses, el pasado noviembre de 2022, el telescopio Atacama Large Millimeter Array (ALMA) situado en Chile se convirtió en una inesperada víctima de un ciberataque que bloqueó sus sistemas, dejándolos offline. Este se considera el mayor proyecto astronómico del mundo, y por suerte el ciberataque no comprometió las instalaciones ni los datos científicos.
En 2017, el telescopio australiano Zadko también sufrió un incidente similar, dejándolo sin servicio y poniendo en peligro un relevante evento astronómico, que estuvo a punto de no poder ser registrado por culpa del ciberataque.
Imagen: International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURA/P. Horálek (Institute of Physics in Opava)