La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha puesto en marcha su Plan de Actividades para el año 2024, un año que se perfila como crucial en el ámbito de la regulación financiera en España. Este plan enfoca parte de los nuevos objetivos de la CNMV en la ciberseguridad y la supervisión de criptoactivos.
Bajo la presidencia de Rodrigo Buenaventura, la CNMV ha diseñado un ambicioso programa que incluye 42 iniciativas específicas, reflejando un compromiso decidido con la innovación y la seguridad en el sector financiero. Este plan no solo sigue las líneas estratégicas previamente establecidas para el periodo 2023-2024, sino que también introduce nuevas dimensiones de supervisión y regulación, especialmente en lo referente a criptoactivos y ciberseguridad.
La creciente importancia de los riesgos asociados con la implementación de avances tecnológicos en el sector financiero es un fenómeno que no puede ser pasado por alto. Estos desarrollos, que en la CNMV que abarcan desde los criptoactivos y la fintech hasta la ciberseguridad y, más recientemente, la aplicación de la inteligencia artificial generativa en las finanzas, representan un desafío significativo para los reguladores y supervisores financieros.
La naturaleza y el alcance de estos avances tecnológicos requieren un marco regulatorio que no solo esté a la altura de acompañar la evolución de la provisión de servicios financieros, sino que también se adapte a nuevas formas de supervisión, monitorización del sistema financiero y evaluación de los riesgos que van de la mano con estas innovaciones
Riesgos y seguridad de los criptoactivos
En el actual panorama financiero, los criptoactivos surgen como un ámbito de creciente interés y preocupación debido a su naturaleza volátil y al potencial uso en actividades ilícitas, especialmente en un contexto donde la regulación es aún inicial o está en proceso de desarrollo. Sin embargo, su integración progresiva en las carteras de inversión y el interés en aumento por parte de los proveedores de servicios financieros, como evidencia la autorización a BME Clearing para incluir futuros sobre índices de criptoactivos como Bitcoin y Ethereum, subraya su importancia en el mercado.
Este escenario se encuentra en un momento regulatorio crítico en Europa con la implementación del Reglamento MiCA, destacando la necesidad de que tanto los participantes del mercado como las autoridades regulatorias se preparen adecuadamente para la plena aplicación de esta normativa.
La preparación para la nueva normativa sobre criptoactivos es otro pilar fundamental del plan, con la CNMV interactuando activamente con el sector para facilitar la transición hacia la prestación de estos nuevos servicios de inversión. El desarrollo de un manual sobre los procesos necesarios para obtener la autorización refleja el enfoque colaborativo de la CNMV, buscando asegurar un marco regulatorio robusto que fomente la innovación responsable.
La ciberseguridad y su importancia
Paralelamente, los riesgos derivados de la ciberseguridad cobran especial relevancia en un entorno cada vez más digitalizado, donde los ataques cibernéticos a entidades financieras se intensifican, como vemos casi a diario. La implementación del Reglamento DORA, diseñado para fortalecer la resiliencia frente a tales riesgos, es un paso necesario para aminorar las consecuencias de posibles ataques. La preparación y adaptación a estas regulaciones por parte de las entidades y supervisores financieros son fundamentales para minimizar los riesgos asociados.
Por otro lado, la aplicación de la inteligencia artificial generativa en el sector financiero plantea desafíos únicos, desde la posibilidad de resultados erróneos hasta cuestiones de protección de la privacidad de los datos y seguridad cibernética. A pesar de estar en una etapa inicial de desarrollo, la supervisión de estas tecnologías se vuelve esencial para anticipar y aminorar sus posibles impactos a medio plazo.
La presentación del Plan de Actividades 2024 subraya la adaptación de la CNMV a un entorno financiero en rápida evolución, marcado por la emergencia de los criptoactivos y los desafíos crecientes en ciberseguridad.