Telegram pierde la batalla a favor de la privacidad y cede ante los gobiernos. La plataforma ha anunciado en las últimas horas una serie de cambios en su política de privacidad. La más destacada es que proporcionará datos de usuarios (números de teléfono y direcciones IP) si las autoridades competentes formulasen una solicitud legal.
La aplicación de mensajería instantánea, que se había mostrado siempre reacia a atender a las peticiones gubernamentales, se ve ahora presionada para acabar con su tendencia y transformar su forma de actuar.
Un cambio de rumbo
Pavel Durov, fundador y presidente ejecutivo de Telegram, afirmó recientemente que la plataforma suprimiría su contenido más problemático. Todo ello después de que Durov fuese detenido en Francia por, supuestamente, no haber actuado contra los criminales que utilizaban el sistema operativo de Telegram para cometer delitos de fraude, contra menores o de tráfico de drogas, de los que fue acusado el pasado 28 de agosto.
El CEO negó los 12 cargos de los que se le acusaban, aunque debe permanecer en el país galo mientras dure la investigación. Pese a tener la nacionalidad francesa desde 2021, su residencia habitual se encuentra en Dubái.
Con la Ley de Servicios Digitales de la UE en la mano, Telegram se ve abocada a imponer un cambio de rumbo. Hasta la fecha, el éxito de Telegram había sido la elevada privacidad de sus chats y grupos. Las autoridades no tenían acceso a estas conversaciones que, además, no contaban con moderación alguna.
Cambios en la política de privacidad de Telegram
Mediante un comunicado oficial, Durov aseguraba que Telegam introducía cambios importantes para adaptarse a los estándares básicos de la UE. A partir de ahora, no se podrán iniciar conversaciones por proximidad con otras personas, sin saber quiénes son.
El objetivo de disuadir a los criminales que abusan de Telegram Search, lleva a la compañía a actualizar sus Términos de Servicio y Política de Privacidad. Así es cómo Telegram proporcionará datos de usuarios si se produce una solicitud legal por parte de las autoridades, lo que demuestra la complejidad de encontrar un equilibrio entre la privacidad y la seguridad.
Los nuevos cambios contemplan: medidas técnicas para combatir ciertos tipos de bots y estafas. De igual modo, se aclaró la forma de reportar contenidos inapropiados y se vetó la subida de nuevos medios a Telegraph. En su comunicado, el CEO reiteró que Telegram Search está pensado para encontrar amigos y descubrir noticias, no para promocionar productos ilegales.
Telegram ha empezado a usar la IA para regular los contenidos, suprimiendo la elevada tasa de error humana. De este modo, se logran ocultar contenidos problemáticos o ilegítimos.
El carácter de red social de mensajería instantánea de la Deep web lo pierde con este nuevo giro radical. Telegram llegó a ocupar un puesto primordial en el panorama digital, especialmente por quienes la usan para reclamar ciertos derechos o ideales políticos y organizarse contra regímenes autoritarios extremistas o defensores de teorías de la conspiración.
Antecedentes para Telegram
Es la primera vez que Dúrov señala que los datos de los usuarios se compartirán con las autoridades. En 2013, la aplicación se negó a compartir con el gobierno ruso información de los usuarios de Ucrania.
Ya en el año 2018, Rusia intentó bloquear a Telegram por no atender a la petición de cesión de datos a su gobierno. Una medida sin éxito que quedó suprimida dos años después.
Al representar, durante muchos años, a la resistencia, el cambio de rumbo de Telegram demuestra una tendencia global hacia una mayor regulación de las plataformas de mensajería y comunicaciones. Quienes anteponen la privacidad consideran que es una derrota, mientras que los que defienden la seguridad siguen pensando que es una victoria en favor del control gubernamental.
¿De qué se acusa al CEO de Telegram?
Pável Dúrov fue arrestado el pasado mes de agosto por las autoridades francesas en un aeropuerto de Le Bourget, a las afueras de París. Entre los delitos que se le atribuyen se comprende la complicidad en la administración de una plataforma en línea para permitir transacciones ilícitas de bandas organizadas, complicidad en estafas y en tráfico de droga.
De igual forma, se le acusa, entre otros cargos, de una presunta responsabilidad de difusión de material de abuso sexual de menores de edad. También se le acusó de no colaborar con la Justicia ofreciendo datos e informaciones sobre posibles acciones delictivas y cargos relacionados con el funcionamiento y encriptado de Telegram.
Hasta la fecha, la empresa ofreció una “casi total ausencia de respuesta” a las interpelaciones judiciales.
En los últimos días, Elon Musk, el CEO de X, ya tuvo que cumplir con las órdenes judiciales de Brasil. Recordar que un juez prohibió la presencia de la red social en el país al no bloquear determinadas cuentas. En este caso, Musk ha cedido ante el gobierno brasileño.