La ciberseguridad se ha convertido en un tema crítico a medida que las estafas online y los intentos de fraude aumentan de manera alarmante. Según un informe reciente de EAE Business School, titulado Ciberdelincuencia en España. La soberanía de tus datos en peligro, el 47% de los españoles afirma haber sido víctima de una ciberestafas o de un intento de estafa en el último año. Este dato pone en evidencia el crecimiento de la ciberdelincuencia en el país y el riesgo al que se enfrentan millones de personas cada día.
El incremento de las estafas online
El informe, elaborado por el profesor Jordi Ferrer Guillén, destaca que las estafas online siguen siendo el tipo de delito cibernético más común. Desde 2016, las estafas relacionadas con la ciberdelincuencia han aumentado un 509,1%, según datos del Sistema Estadístico de Criminalidad y el Ministerio del Interior. Esta cifra revela una tendencia preocupante: los ciberdelincuentes perfeccionan continuamente sus técnicas, aprovechándose de las brechas de seguridad en la red y de la falta de conocimientos de muchos usuarios sobre cómo protegerse.
Un dato especialmente alarmante del informe es que el 60% de los españoles reconoce tener «poco o ningún» conocimiento sobre cómo proteger sus datos personales en internet. Esto pone de manifiesto la necesidad de una mayor educación y concienciación en materia de ciberseguridad, tanto por parte de las instituciones como del sector privado. La falta de formación adecuada en seguridad digital deja a una gran parte de la población expuesta a fraudes y estafas en internet, que pueden tener consecuencias económicas y personales importantes.
Millennials y Generación Z, los más afectados
El informe de la EAE Business School señala que los jóvenes de entre 25 y 34 años, principalmente pertenecientes a las generaciones Millennials y Z, son los más vulnerables a las estafas en línea. El 61,3% de los jóvenes en este grupo etario ha sido víctima de un intento de estafa en el último año. Su constante uso de dispositivos digitales, tanto para el estudio como para el trabajo y el ocio, les expone a un mayor riesgo de ser objetivos de los ciberdelincuentes.
La Generación Z, en particular, está especialmente expuesta debido a su condición de nativos digitales. Muchos de estos jóvenes consumen y comparten gran cantidad de información en plataformas online, lo que aumenta las posibilidades de que sus datos sean captados por estafadores. A menudo, los jóvenes carecen de las herramientas o del conocimiento necesario para identificar intentos de fraude sofisticados, lo que los convierte en un blanco fácil.
El impacto de la inteligencia artificial en la ciberdelincuencia
Además de la cantidad creciente de ataques, otro factor que ha potenciado la efectividad de las estafas online es el uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA). En este sentido, el profesor Ferrer Guillén destaca que la IA está permitiendo a los ciberdelincuentes desarrollar ataques más sofisticados y difíciles de detectar. El uso de la inteligencia artificial para crear fraudes personalizados, como el phishing o la suplantación de identidad, está aumentando la vulnerabilidad de los usuarios.
Uno de los riesgos más graves derivados del uso de la IA es la creación de deepfakes, contenido manipulado que resulta extremadamente realista. Esta tecnología permite fabricar imágenes, vídeos o audios falsos que pueden engañar a las víctimas y llevarlas a entregar información sensible o dinero a los ciberdelincuentes. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 93,7% de los españoles se muestra preocupado por el impacto de la IA, particularmente en relación con la dificultad de distinguir entre lo real y lo falso en internet.
La combinación de IA y ciberdelincuencia plantea un desafío significativo para las empresas y los usuarios, quienes deben actualizar constantemente sus medidas de seguridad para mantenerse a salvo.
