Hasta hace poco, hablar de Matrix era recordar la célebre película de ciencia ficción protagonizada por Keanu Reeves, pero ahora el nombre también se asocia a un serio desafío para la ciberseguridad global. Matrix, una botnet que comparte nombre con la icónica obra cinematográfica, está llevando a cabo una preocupante campaña de ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS). Aunque el paralelismo con el universo ficticio puede parecer anecdótico, la amenaza es muy real. Identificada por expertos como un actor con baja sofisticación técnica, pero una efectividad alarmante, Matrix está comprometiendo infraestructuras digitales críticas en todo el mundo.
Esta campaña resalta como herramientas de fácil acceso pueden ser aprovechadas incluso por atacantes con habilidades limitadas para generar un impacto significativo. Aquí exploramos en detalle esta preocupante amenaza.
Matrix: un actor de bajo perfil con un impacto global
Matrix no destaca por emplear técnicas avanzadas, pero sí por maximizar el potencial de scripts públicos y herramientas de código abierto. Estas herramientas, combinadas con un enfoque oportunista, le han permitido explotar vulnerabilidades y configuraciones débiles en dispositivos conectados a internet, particularmente aquellos del Internet de las Cosas (IoT) y sistemas empresariales.
El objetivo principal de Matrix es construir una botnet robusta que pueda ejecutar ataques DDoS de gran alcance. Dispositivos como cámaras IP, routers y grabadoras de video digital (DVRs), así como sistemas empresariales mal configurados, son los principales blancos de sus operaciones.
Matrix emplea una variedad de herramientas accesibles públicamente para comprometer dispositivos vulnerables. Entre los métodos más comunes destacan:
- Ataques de fuerza bruta: Para acceder a dispositivos protegidos por credenciales predeterminadas débiles.
- Explotación de vulnerabilidades conocidas: Incluyendo fallas críticas como la CVE-2017-18368, una inyección de comandos en routers ZTE, y la CVE-2021-20090, relacionada con el firmware de Arcadyan.
Estos ataques subrayan cómo la falta de actualizaciones y el uso de contraseñas por defecto pueden convertir dispositivos cotidianos en herramientas para cibercriminales.
El funcionamiento de la botnet
La infraestructura detrás de Matrix se basa en herramientas y scripts disponibles en plataformas como GitHub. Según los investigadores, Matrix utiliza lenguajes como Python, Shell y Golang, adaptando proyectos de código abierto para sus operaciones. Este enfoque, conocido como «script kiddie», implica modificar herramientas existentes en lugar de desarrollarlas desde cero.
Entre los fallos aprovechadas por Matrix destacan:
- CVE-2024-27348: Una vulnerabilidad en HugeGraph que permite la ejecución remota de código.
- CVE-2022-30525: Explotada para comprometer dispositivos IoT.
- CVE-2018-10562: Usada para mantener la actividad de la botnet.
Estas brechas no solo facilitan ataques DDoS masivos, sino que también permiten el uso de dispositivos comprometidos para actividades como la minería de criptomonedas, ampliando el impacto de la amenaza.
Impacto geográfico y motivaciones de Matrix
La operación de Matrix tiene un enfoque notablemente global, con una concentración significativa de ataques en la región Asia-Pacífico, incluyendo China y Japón. Curiosamente, los dispositivos en Rusia y Ucrania parecen haber sido excluidos, lo que sugiere que las motivaciones del actor podrían ser principalmente económicas y no geopolíticas.
La capacidad de Matrix para coordinar ataques a esta escala demuestra como actores menos sofisticados pueden generar un impacto masivo gracias a la democratización de herramientas de hacking. Esta tendencia plantea serios desafíos para los equipos de ciberseguridad.
Repercusiones económicas y de infraestructura
Los ataques DDoS orquestados por Matrix tienen el potencial de interrumpir servicios críticos, lo que puede resultar en pérdidas económicas significativas para empresas e infraestructuras esenciales. Además, los dispositivos comprometidos no solo representan un riesgo inmediato, sino que también podrían ser reutilizados en futuras campañas maliciosas.
Un aspecto adicional de la operación de Matrix es su incursión en la minería de criptomonedas, específicamente enfocada en la moneda ZEPHYR. Aunque las ganancias financieras de esta actividad han sido mínimas, ilustra la versatilidad de las botnets para ejecutar múltiples tipos de ataques.