El 5G está llegando (poco a poco) a cada vez más objetos y dispositivos. La quinta generación de redes móviles está en boca de todos, y no hay empresa que quiera perder este tren. Así se ha visto por ejemplo en el último Mobile World Congress, cuya presencia ha monopolizado la última edición de la feria.
Mayor rapidez de navegación, menor latencia, posibilidad de que más dispositivos se conecten al mismo tiempo (catapultando el Internet de las Cosas) son algunas de las ventajas que traerá. La otra cara de la moneda: que son características de las que también se beneficiarán los ciberdelincuentes. El sector de la ciberseguridad tiene que prepararse ante los retos que plantea el 5G.
5G, gran protagonista del Mobile World Congress: los datos clave sobre la quinta generación móvil
Entre los expertos no hay duda de que será el gran elemento disruptor que viene de la mano de la industria.
«Vamos a tener velocidades de conexión veinte veces superiores. Eso cambia la forma en la que nos vamos a comunicar con el resto de usuarios y la forma en la que los dispositivos van a interactuar entre ellos», opina Jesús Martín, responsable de tecnología y plataformas de Samsung España.
Gracias al 5G podremos descargarnos una película en Ultra HD en segundos. Aunque todavía habrá que esperar para beneficiarse de estas ventajas.
Hasta 2020 no se espera que llegue de una forma masiva. Eso sí, para 2025 ya se espera que haya más de 1.300 millones de dispositivos móviles y usuarios de 5G en todo el mundo.
5G: una oportunidad (también) para la ciberseguridad y los ciberdelincuentes
«Son las evoluciones en los datos móviles lo que ha permitido que tengamos todos los dispositivos conectados que tenemos ahora. 5G permitirá el crecimiento de estos objetos conectados«, señala Raj Samani, McAfee Fellow y Chief Scientist
Pero cuantas más conexiones y dispositivos, más puertas abiertas que proteger. Y toda tecnología, se puede aprovechar para el bien o para el mal, algo que ya estamos acostumbrados a ver en el terreno de la ciberseguridad con tecnologías como la inteligencia artificial.
Hay que tener en cuenta que los ciberdelicuentes también usarán redes 5G y sacarán beneficio de sus bondades. «Podrían comunicarse con las amenazas que están afectando a las víctimas de una manera más rápida», explica Josep Albors, experto en ciberseguridad y Head of Awareness and Research de ESET España.
Albors no olvida la parte positiva de esta tecnología, que permitirá detectar amenazas de seguridad con más rapidez, algo en lo que las empresas de seguridad ya están trabajando.
La parte negativa es que, por ejemplo, un dispositivo que ahora pueda enviar 500.000 mensajes de spam, con el caudal de ancho de banda que permitirá el 5G, es posible que se conviertan en 50.000.000. «Hay que valorarlo desde los dos puntos de vista», señala el experto.
Un motivo de peso para que la industria de la ciberseguridad y los avances del 5G vayan de la mano.