El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con los fondos europeos Next Generation EU, sigue dando mucho que hablar. Al conjunto de la economía digital, que generará más de 50.000 millones de euros en 2028, España sólo será capaz de aportar un 1%.
Unas cifras realmente paupérrimas para el Ejecutivo de Sánchez si se tiene en cuenta que la inversión en transformación digital es la principal generadora de beneficio, pasando del 4% actual al 14% en un margen máximo de cinco años.
No obstante, la realidad es que en los últimos cinco años, la implantación de tecnologías digitales ha permitido a las organizaciones disminuir su consumo de energía en casi un 25%. En cualquier caso, hay que tener en cuenta los indicadores de transformación digital de España.
El problema de España viene de lejos, pues es el país de la UE que invierte con más lentitud el dinero comunitario de los fondos estructurales. De hecho, a mediados de enero, solo había consumido el 63% de los poco más de 75.000 millones de euros correspondientes al anterior periodo presupuestario. Por lo que solo ha gastado 47.315 millones de euros, teniendo como base el informe anual de 2022 de la Comisión Europea. Sin duda, es el grado de ejecución más bajo de los Veintisiete, pues Italia, que es el segundo país con menos eficiencia, llega al 70%.
Las claves del Plan de Transformación Digital
La política de transformación digital nacional se estructura en 10 palancas políticas, 31 componentes y más de 200 medidas que se marcan como objetivo avanzar hacia una España más verde y más digital. Así pues, en la primera fase se han conseguido inversiones públicas por un valor de 20.000 millones de euros, lo que supone el 30% de las inversiones previstas con las transferencias del Plan de Recuperación.
A todo ello s ele suma la segunda fase de la Agenda España Digital 2026, una hoja de ruta que busca impulsar el proceso de transformación digital del país en consonancia con la estrategia digital europea.
España impulsa el Plan para la Conectividad y las Infraestructuras Digitales, alineado con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que busca promover la conectividad y la digitalización como herramientas en pro de acabar con las brechas digitales existentes por cuestiones socioeconómicas, territoriales o medioambientales. Todo ello, tomando como referencia: una mayor conectividad para empresas, la extensión de la banda ancha para la vertebración territorial, la España Hub de datos, reformas normativas y Sistemas de Información y mejora de las infraestructuras.
Por su parte, la Estrategia de Impulso de la Tecnología 5G se apoya en la necesidad de ofrecer garantías de ciberseguridad para facilitar medidas que ayudan a la transformación económica del tejido productivo, partiendo siempre de una inversión prevista de 2.000 millones de euros entre 2021 y 2025.
De igual modo, el Plan Nacional de Ciberseguridad se dota con 1.000 millones de euros y prevé unas 150 iniciativas entre actuaciones y proyectos hasta 2025, creándose una plataforma nacional de notificación y seguimiento de ciberincidentes e impulsando la puesta en marcha del Centro de Operaciones de Ciberseguridad. Lo que supondría un incremento notorio de la creación de infraestructuras de ciberseguridad.
Con respecto a la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA), la España Digital 2026 se basa en ella como uno de los componentes claves en su Plan de Recuperación y Transformación Digital. El objetivo es una IA inclusiva, sostenible y enfocada en la ciudadanía, conformada por hasta 30 medidas estructuradas en seis ejes estratégicos.
Balance de resultados hasta la fecha
El Informe de la Década Digital 2023, recoge que España se mantiene a la cabeza de las principales economías de la UE en digitalización y conectividad, mejorando en numerosos indicadores con respecto al antiguo informe. No obstante, pese a sus mejoras en competencias digitales, infraestructuras, digitalización de empresas y de servicios públicos, la inversión en transformación digital sigue en niveles bajos en comparativa con el conjunto de la UE.
En el informe de la Comisión Europea, se aprecian mejoras tangibles de España, como en el porcentaje de graduados TIC, la digitalización de empresas y la apuesta férrea por infraestructuras digitales en materia de conectividad y digitalización de servicios públicos.
El Ejecutivo de Sánchez se apoya precisamente en dicho informe europeo para destacar que el país está a la vanguardia del despliegue de fibra en la UE, posicionándose 35 puntos por encima de la media comunitaria. Y es que España es el país líder entre las grandes economías en cobertura ultrarrápida fija (93%) y lidera la banda ancha ultrarrápida fija principalmente con fibra (87,5%).
Con respecto a la tecnología 5G, su cobertura alcanza el 82% en el conjunto poblacional, lo que supone 23 puntos básicos más que en 2022. De consolidarse estos datos, España podría alcanzar la autonomía digital en semiconductores con la puesta en marcha del PERTE Chip.